Las relaciones entre Israel y Egipto viven su momento más delicado. El Ejército israelí mató ayer a tres soldados egipcios en la frontera de Rafah cuando "por un error profesional y operativo", según la explicación oficial de los militares israelís, un tanque disparó contra ellos de madrugada al confundirlos con activistas palestinos.

Rápidamente, el Gobierno de Ariel Sharon pidió perdón por todos los canales posibles: el diplomático --el primer ministro llamó al presidente egipcio, Hosni Mubarak-- y el mediático: un portavoz militar se disculpó a través de Al Jazira. Sharon explicó a Mubarak que la muerte de los soldados fue un error y prometió una investigación. Mubarak aceptó las disculpas.

Pero la nota oficial de Exteriores fue más contundente: "Egipto exige a las autoridades israelís que ordenen una investigación de lo sucedido".

Por otra parte, cinco pequeñas formaciones --entre las que están el Frente Democrático y el Frente Popular para la Liberación de Palestina-- presentarán una candidatura única en las elecciones. Un anuncio significativo, ya que ninguna se presentó a las elecciones de 1996 al no reconocer los acuerdos de Oslo.