El Ejército israelí volvió a ocupar ayer el norte de la franja de Gaza con docenas de tanques y vehículos blindados que se instalaron en los alrededores de Beit Janún, Beit Jalia y el campo de refugiados de Yebalia "de forma indefinida". Se trata de una vuelta de tuerca más por parte de Israel, ya que hasta ahora las operaciones en la franja consistían en incursiones de algunas horas.

En un comunicado, el Ejército explicó que su objetivo es crear una "zona de seguridad" para evitar el lanzamiento de los rudimentarios cohetes Al Qasam contra las comunidades israelís cercanas al norte de la franja, como la ciudad de Sderot, donde el jueves por la noche cayeron tres sin causar víctimas, en una acción que se atribuyó Hamas.

El coronel Yoel Strick, comandante de la brigada en la zona, dijo que la operación "es diferente a las efectuadas hasta ahora". El coronel respondió con un "sí" cuando un periodista le preguntó si el Ejército estaba reocupando parte de la franja. Los militares pretenden usar estas posiciones para efectuar incursiones regulares y así "desmantelar la infraestructura de Hamas".