Israel intenta evitar que Turquía se consolide como lugar de paso de armas que proceden de Irán y que caen en manos de Hizbulá. El Gobierno de Tel-Aviv ha mostrado su deseo de que Ankara extreme las medidas de vigilancia e imponga un embargo militar aéreo y terrestre a Irán.

El Ejército hebreo asegura que casi todas las armas pesadas de que dispone el Partido de Dios han salido de Irán y han llegado al Líbano a través de Turquía, primero, y Siria, después. Ahora teme que la milicia chií, que durante el mes de guerra lanzó más de cuatro mil misiles contra Israel, aproveche el cese de hostilidades para rearmarse.

En todo caso, fuentes israelís ya han advertido de que usarán la fuerza si detectan la entrada de material militar en el Líbano. Para Israel, atacar un convoy de armas sería una operación "defensiva" y, por tanto, no lo consideraría una violación de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Turquía es el único país por el que actualmente pueden transitar sin demasiado control armas iranís con destino al Líbano. Hace tiempo que las autoridades jordanas impiden este tipo de contrabando por su territorio. De vigilar que no pasen por Irak se encarga Estados Unidos.

Ankara mantiene buenas relaciones con Occidente y con el mundo árabe y musulmán. A Irán está atado por fuertes intereses económicos, ya que le compra gas y petróleo.