Por primera vez en la historia de Israel, un Gobierno del Estado judío reconoció ayer el derecho a la existencia de un Estado palestino. Tras un debate de más de cinco horas, el Gabinete de Ariel Sharon aprobó por 12 votos a favor, 7 en contra y 4 abstenciones la iniciativa de paz conocida como Hoja de ruta , que prevé la creación de un Estado palestino en el 2005.

Este resultado favorable fue posible gracias a los cinco ministros del partido de centro Shinui, que apoyaron la propuesta de Ariel Sharon. Tres ministros del Likud, la formación del primer ministro, votaron en contra y tres se abstuvieron, incluido Binyamin Netanyahu.

CONDICIONES

Se trata, no obstante, de una aprobación con "condiciones", ya que Sharon ha presentado 14 modificaciones a la Hoja de ruta que han sido asumidas por Estados Unidos. Pero esta garantía no fue suficiente para varios ministros, que votaron en contra porque Washington no ha aceptado "en detalle" las condiciones de Israel. Sharon no ha hecho público el contenido de las modificaciones, pero se cree que hacen referencia al retorno de 3,7 millones de refugiados palestinos, un asunto al que el Gobierno israelí se refirió ayer con un contundente no , en una segunda votación, que dio como resultado 16 votos contra uno.

Sharon se tuvo que emplear a fondo durante el debate, e incluso reconoció por primera vez que "hay una relación directa entre la situación política y la situación económica" del país. La Bolsa de Tel-Aviv le dio la razón, ya que nada más conocerse el resultado subió más de siete puntos. "Ha llegado el momento de decir sí a los estadounidenses. Ha llegado el momento de dividir esta tierra entre nosotros y los palestinos", aseguró el primer ministro.

La ministra Tzipi Livni calificó la jornada de "histórica" ya que es la primera vez que un Gobierno hebreo reconoce explícitamente el derecho de los palestinos a tener un Estado. Pero varios de sus colegas denunciaron que el Gobierno de Sharon "ha cedido ante los gentiles" --es decir, los no judíos-- y que ahora se creará un problema mayor del que se espera solucionar. "Es una pastilla de cianuro envuelta en azúcar", manifestó Uzi Landau, uno de los ministros del Likud que votó en contra.

Tomy Lapid, líder del partido Shinui, que fue clave en la votación, declaró que si el Gobierno hubiera rechazado la Hoja de ruta , el país habría entrado en una depresión política y económica sin precedentes y además se habría enemistado con su gran aliado, Estados Unidos.

La aprobación de la Hoja de ruta fue bien recibida por los palestinos y en Occidente. Un portavoz de la Casa Blanca calificó la votación de "paso importante hacia adelante". "Se trata de una decisión positiva. Es lo que estábamos esperando", dijo el ministro de Información palestino, Nabil Amr. Pero el primer ministro, Abu Mazen, recalcó que la Hoja de ruta se tiene que aceptar tal como la presentó el Cuarteto (EEUU, Rusia, la ONU y la Unión Europea), "con todas sus condiciones y con sus etapas", y subrayó que no permitirá "ningún cambio".

LA CUMBRE TRIPARTITA

Con la aprobación israelí a la iniciativa de paz, se crea una nueva situación que la Casa Blanca puede aprovechar para convocar una cumbre tripartita del presidente estadounidense George Bush, Ariel Sharon y Abu Mazen, y que podría celebrarse el 4 de junio en el balneario egipcio de Sharm el Sheij. Sharon no se opone a que asistan a la cumbre más invitados árabes pero ha pedido explícitamente a Washington que se abstenga de invitar a la Unión Europea y la ONU.