Tres cooperantes españoles de la oenegé Paz Ahora se vieron ayer atrapados en la pesadilla kafkiana de las fronteras israelís. Durante siete horas estuvieron retenidos en el paso de Allenby, que comunica Jordania con Israel, donde fueron sometidos a varios interrogatorios, registros y cacheos. Su delito: pertenecer a una organización pacifista que organiza campamentos de verano en España para niños palestinos. Finalmente, gracias a la mediación del Ministerio de Exteriores, del cónsul español en Jerusalén, Ramón Ansoain, y de los correos electrónicos enviados a la embajada israelí, todos pudieron entrar en Israel.

El consulado ya había advertido a las autoridades, según confirmó Ansoain, de la llegada de los cooperantes: el vasco Ignacio Saldaña, los madrileños Julio Rodríguez y Carmen Montilla, y el palestino Saif Abu Sekek, representante en España del Movimiento por la Solidaridad Internacional. "Este tipo de problemas son habituales. Existe una actitud bastante hostil hacia la cooperación internacional. Nos consideran enemigos", aseguró a este diario el jefe de la delegación de Paz Ahora --sin vínculos con la oenegé israelí del mismo nombre--, Julio Rodríguez.

MISION LOABLE Su misión parece, sin embargo, bastante loable. Durante los próximos tres días recogerán en Cisjordania a 60 niños de edades comprendidas entre los 9 y 11 años, todos ellos residentes en los paupérrimos campos de refugiados. El sábado volarán desde Ammán a España, donde pasarán un mes en campamentos de verano en Cataluña, Euskadi, Madrid y Andalucía con niños y monitores españoles.