Tras la expulsión de un diplomático israelí por el Reino Unido, Israel teme medidas similares por parte de otros países afectados por la crisis de los pasaportes falsos empleados durante el asesinato de un líder de Hamás en Dubái. Según Londres, la "responsabilidad" de Israel ha sido establecida.

Por su parte, la fiscalía de París anunció ayer haber abierto una investigación por delitos vinculados con la falsificación de documentos. Australia, otro de los países que vio como agentes del Mosad empleaban sus pasaportes para asesinar al militante palestino, espera el resultado de su investigación.