Los mandatarios israelís y palestinos han condenado hoy el ataque en el que murieron cuatro colonos israelís y se han comprometido a que el incidente no perturbe las conversaciones de paz en Washington.

Tanto el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, como el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, han iniciado en Washington su agenda de trabajo, al reunirse por separado con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton. Estos trabajos preparatorios se han visto perturbados por el ataque en el que murieron cuatro colonos israelís, del que se han responsabilizado tanto la milicia del movimiento nacionalista Al Fatah, que lidera Abás, como la del movimiento islamista Hamás, que rechaza las conversaciones. Netanyahu ha mantenido un encuentro con el presidente de EEUU, Barack Obama.

No obstante, el atentado no parece amenazar las negociaciones. Pese a ello, Netanyahu ha asegurado personalmente a Clinton que no tiene la intención de prolongar la congelación de la colonización judía de Cisjordania, que expira a final de mes.

CUESTIÓN DE PERSEVERANCIA

También Abás condenó el ataque que, según dijo, solo busca perturbar el proceso político. La Casa Blanca, por su parte, también ha pedido a los líderes que "perseveren" en la búsqueda de la paz, pese al incidente. El inicio de las conversaciones directas se anunció el 20 de agosto, tras siete rondas de diálogo indirecto iniciado el 9 de mayo con la medicación del enviado especial de EEUU para Oriente Próximo, George Mitchell.

El objetivo de las negociaciones es formalizar un acuerdo de paz en el plazo de un año y conseguir la creación de un estado palestino. Clinton se ha reunido también con los ministros de exteriores de Egipto, Ahmed Abul Gheil, y de Jordania, Naser Yudeh, y el representante del Cuarteto para Oriente Próximo, Tony Blair, al considerar que los esfuerzos multilaterales pueden facilitar avances en la negociación.

CUESTIÓN DE COMPROMISOS

La intención de estas reuniones es aclarar las expectativas de los participantes, según el responsable del Departamento de Estado, Philip Crowley, y conseguir un compromiso total con el proceso. "No solo queremos ver el éxito del relanzamiento (de las conversaciones), sino un compromiso de que, más allá, los líderes se van a reunir a menudo", ha señalado.

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha invitado a Washington a Mubarak, y al rey de Jordania, por su "papel crítico" en el esfuerzo conjunto de llevar la paz a Oriente Próximo, algo que se interpreta como un gesto para que intercedan con los países árabes para que apoyen este nuevo intento de paz.

Jordania y Egipto son los dos únicos países árabes que tienen firmados acuerdos de paz con Israel. Obama tendrá la oportunidad de "preparar el escenario" para las conversaciones de mañana y expresar su apoyo personal a las negociaciones.

CUESTIÓN DE MORATORIAS Y FRONTERAS

Sobre la mesa, uno de los primeros asuntos que marca estas negociaciones es la extensión de la moratoria de 10 meses que dictó el Gobierno israelí para congelar la construcción de asentamientos judíos en Cisjordania y que vence el 26 de septiembre. Un objetivo difícil de conseguir.

Por su parte, los palestinos han advertido de que sin una nueva prórroga el proceso de paz se verá amenazado. Más allá de los asentamientos, ambas partes tendrán que enfrentarse a un amplio abanico de temas que quedan pendientes como las fronteras del futuro estado palestino, la capitalidad de Jerusalén, los asentamientos, los refugiados palestinos y el agua.