Israelís y palestinos han retomado hoy en la ciudad cisjordana de Ramala las negociaciones indirectas con la mediación del enviado de la Casa Blanca, George Mitchell, que finaliza hoy con este éxito diplomático su visita a la zona. Ambas partes se han dado un plazo de cuatro meses antes de sentarse cara a cara a negociar.

El nuevo diálogo indirecto pone fin a 16 meses de parón en el proceso de paz, resultado de la ofensiva militar israelí en la franja de Gaza entre diciembre del 2008 y enero del 2009, que enterró las negociaciones lanzadas en Annápolis (EEUU) a finales del 2007.

El negociador jefe palestino, Saeb Erekat, ha sido el encargado de anunciar el inicio del diálogo y de revelar que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás, encabezará el equipo palestino.

Jerusalén y asentamientos

El enviado del presidente de EEUU, Barack Obama, abandona hoy la región tras mantener maratonianas sesiones con los máximos dirigentes de Israel y la ANP en los últimos cinco días, en un intento de arrancar un compromiso para el diálogo político bajo su intermediación. Finalmente, sus esfuerzos han tenido recompensa.

Será Mitchell, según ha confirmado Erekat, quien en las próximas 24 horas dará más detalles de las llamadas "conversaciones de proximidad. Se sabe que abordarán todas las cuestiones relativas al estatuto definitivo de paz como son fronteras, seguridad, capitalidad de Jerusalén, asentamientos, refugiados y agua.

El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, ha manifestado su confianza en que el diálogo indirecto conduzca a conversaciones cara a cara con los palestinos, lo que debería pasar dentro de cuatro meses. "Es imposible hacer la paz a distancia o control remoto", ha apuntado Netanyahu.

Las amenazas

Pese a la buena voluntad de las partes, el diálogo puede romperse en cualquier momento. Al Fatah ya ha anunciado que seguirá muy de cerca la negociación y ha advertido de que si Israel continúa la política de construcción en las colonias judías, se pondrá fin a las negociaciones.

Por su parte, Hamás, movimiento islamista palestino, que rechaza todo diálogo con el Estado hebreo y controla Gaza desde junio del 2007, ha tachado de "absurdo" el nuevo proceso en ciernes.