Las autoridades italianas han permitido finalmente a los 180 migrantes a bordo del barco humanitario "Ocean Viking", gestionado por la ONG SOS Méditerranée, que se dirijan al puerto de Porto Empedocle, en Sicilia (sur), para que desembarquen este lunes, informó la organización en las redes sociales.

"Alivio en el 'Ocean Viking', ya que el barco finalmente recibió instrucciones para dirigirse hacia Porto Empedocle, Sicilia. Los 180 salvados serán desembarcados en el puerto mañana", ha indicado la organización en Twitter.

SOS Méditerranée criticó el "retraso innecesario de este desembarco" que "ha puesto vidas en riesgo", pues algunos de los 180 migrantes llevaban diez días a bordo, después de ser salvados el 25 de junio. Entre los rescatados, hay al menos 25 menores y una mujer embarazada.

"A lo largo de los últimos días, la Unión Europea ha guardado silencio. No hemos visto ninguna iniciativa para repensar el Acuerdo de Malta para reubicar a las personas rescatadas. No ha habido signos de solidaridad con los Estados costeros", apuntaron.

"ENORME INCOMODIDAD PSICOLÓGICA"

Finalmente, la ONG dijo que el equipo de médicos italianos que el sábado examinaron a los migrantes han podido certificar en su informe la "enorme incomodidad psicológica" que imperaba entre los auxiliados, algo que ya había denunciado la ONG en los últimos días, que incluso declaró el estado de emergencia a bordo el viernes.

La embarcación ha socorrido a los 180 migrantes en cuatro operaciones, la primera de ellas tuvo lugar el 25 de junio, y desde entonces ha pedido al menos en seis ocasiones a Italia y a Malta autorización para dirigirse a sus costas, algo que ninguno había consentido hasta el momento.

La espera de los migrantes en el Mediterráneo y la falta de una solución en el horizonte durante días provocaron que el jueves dos hombres se lanzaran al mar, aunque fueron recuperados por la tripulación del barco, y que otros tres también lo intentaran, mientras que el viernes otro hombre trató de ahorcarse en cubierta.

La angustia se había traducido también en peleas entre los propios salvados y amenazas de violencia física contra el equipo de SOS Méditerranée. El pasado septiembre, Italia, Malta, Alemania y Francia acordaron en La Valeta un plan de redistribución de migrantes salvados en el mar.

A principios de abril, Italia y Malta declararon que sus puertos no eran seguros para los socorridos en el mar debido a la emergencia de la pandemia del coronavirus.