Este miércoles comienza en Calabria la vista oral del mayor proceso jamás celebrado contra la ‘Ndrangheta, la mafia de la región, con 355 imputados acusados de 400 delitos. Si la mafia calabresa es considerada en Estados Unidos e Italia como el primer mayorista mundial de cocaína, los protagonistas del narcotráfico en esta región del sur son los clanes de la provincia de Vibo Valentia (Lamezia Terme). Un año atrás y por orden de la fiscalía presidida por Nicola Gratteria fueron desmanteladas 11' ‘ndrinas', o células de base, análogas a lo que para la Camorra de Nápoles se llaman “clanes” y “familias” para la mafia siciliana de Cosa Nostra.

El 19 de diciembre de hace un año, 3.000 carabineros participaron en una operación conocida como 'Rinascita Scott', que en la historia del crimen organizado se conoce como la primera vez que Italia intentó demostrar que la ‘Ndrangheta es una organización criminal. Podría resultar extraño que no lo fuese antes, pero el lenguaje corriente y el periodístico no van parejos a las categorías de la jurisprudencia, que tiene que demostrar con hechos y circunstancias concretas que aquella mafia tiene la estructura de una organización y unos mecanismos jerárquicos de conducta.

Gratteri fue el primer magistrado que lo descubrió años atrás, provocando una sorpresa internacional mayúscula, y la prueba del nueve será el proceso que abre su vista oral este miércoles.. Hasta entonces se pensaba que la ‘Ndrangheta eran clanes familiares autónomos e independientes, lejanamente parecidos a los que en Albania se conocen como Qanun o Kanun. Y aparentemente folclóricos: se reúnen anualmente en el santuario de Polsi, situado en las entrañas del huraño Aspromonte, durante la fiesta de una popular Virgen María. El clan de Polsi es considerado como la cumbre de la ‘Ndrangheta.

Larga lista de acusaciones

En el banquillo de los acusados se sentarán 355 imputados de asociación mafiosa, colaboración con la mafia, tenencia de armas y explosivo, encubrimiento, trafico de influencias, revelación y uso de secretos de sumario, compra-venta de sentencias judiciales, abuso, tráfico de droga. Entre ellos se encuentran políticos, abogados de renombre, fiscalistas, funcionarios del Estado y personas inscritas a logias masónicas que en aquella región pueden comprender a mafiosos, agentes secretos italianos y extranjeros, profesionales libres y periodistas.

Todos ellos controlan palmo a palmo cuanto sucede en la región. Cuando un día este corresponsal fue sin avisar al despacho de un obispo de la zona, este le hizo esperar una hora y al final salió con un dedo en los labios pidiendo silencio. Una vez al aire libre justificó la escena por la presencia de micrófonos ocultos. Una revista considerada el megáfono de aquella singular masonería local le atacaba en cada ejemplar hasta que, tras varias amenazas de muerte, el papa Benedicto XVI le trasladó de diócesis.

Entre los detenidos figuran miembros de los clanes más importantes de la región, como los Mancuso de Limbadi, los De Stefano de Reggio Calabria, los Piromalli de Gioia Tauro, los Lo Bianco-Barba. La lista de imputados comprende entre otros a un exparlamentario y abogado de Forza Italia, el partido fundado por Silvio Berlusconi, que según la acusación actuaba como intermediario entre políticos, instituciones y el Grande Oriente de Italia.

Espacio habilitado para el juicio

Hay un alcalde, presidente de los alcaldes de Calabria, un consejero autonómico de izquierda, el secretario del Partido Socialista Italiano, formación que en el ámbito nacional ya no existe, el presidente de un tribunal administrativo, un excomandante de los Carabineros y dos excomandantes de la Guardia Urbana. En la rueda de prensa en la que se explicó la operación 'Rinascita Scott' los investigadores dijeron que habían sido “desarticulados todos los clanes de la ‘Ndrangheta que actuaban en la provincia de Vibo Valentia, referentes del clan Mancuso”.

El proceso se llevará a cabo en un espacio adaptado para la ocasión, concedido al Ministerio de Justicia por tres años, y en el que se han invertido cinco millones de euros. Es un auténtico búnker.