La tendencia a la baja en el número de contagios y al alza en el número de personas que han superado la enfermedad se mantiene en Italia. El país ha conseguido hoy, por primera vez, no sumar ni un solo caso positivo y ha sumado más de 1.800 personas curadas. El número de víctimas mortales sigue siendo muy alto, 454 desde ayer, pero se mantiene por debajo del medio millar al día en estas últimas jornadas y, aunque más que ayer, es menor que el sábado.

La reducción de la pandemia en el país se observa también a partir de los datos de casos totales, que suman a los de personas afectadas, curadas y fallecidas. Aunque las cifras siguen siendo altísimas, 181.228 en total, el incremento es descendente y se ha reducido hoy respecto a ayer en cerca de 800 casos, han pasando de 178.972 a 181.228, según cifras oficiales.

Por otro lado, el confinamiento por el virus está produciendo otras víctimas, la silenciosa muerte de mujeres por violencia doméstica. Este lunes Alessandra Cità, de 47 años, ha muerto por un disparo de fusil de su exmarido, no estaban separados legalmente, pero ella se vio obligada a seguir viviendo con su pareja por el confinamiento. La semana pasada otro hombre, de 40 años, apaleó a su esposa y a su hija de tres meses. El primer caso sucedió en la provincia de Milán y el segundo en Roma.

SIN ESTADÍSTICAS

Antes de la declaración de alarma por la pandemia, el 21 de febrero, se habían presentado 346 denuncias en toda Italia. En marzo, con las personas ya recluidas en sus domicilios, las denuncias se redujeon a 250. Del 8 al 24 de marzo los casos denunciados disminuyeron un 85%, aseguran en Differenza Donna, una cooperativa antiviolencia. En Telefono Azzurro confirman que de los 40 casos de denuncias por mes se ha descendido a tan solo ocho. Lo que no quiere decir que no se produzcan en igual o mayor número de agresiones a mujeres.

En una situación normal la mujer víctima de violencias domesticas se libraba de la presencia del marido en las horas de trabajo, de él o de ella, explican en BeFree. No existe aún una estadística nacional fiable sobre las violencias que se han producido y se están produciendo durante el encierro por pandemia. Habrá que esperar a cuando el país vuelva a abrirse.

Todo lo contrario al romance que ha surgido en Verona, la ciudad de Romeo y Julieta, que casi como los personajes de Shakespeare, ha comenzado en los balcones del confinamiento. El se llama Michele DAlpaos y ella Paola Agnelli. Bancario uno, abogada la otra. Estamos locamente enamorados, nos llamamos diez veces por día y salimos al balcón para mirarnos durante horas.