Un millón y medio de italianos participaron ayer en las manifestaciones organizadas en casi todas las capitales del país para protestar contra la reforma de las pensiones anunciada por el Gobierno de centroderecha. Junto con las manifestaciones, buena parte de Italia se paralizó durante cuatro horas, en una huelga general convocada por las tres principales centrales obreras, que tienen más de 10 millones de afiliados.

Según Antonio D´Amato, presidente de la patronal Confindustria, la adhesión a la huelga no superó el 30%, mientras que los tres sindicatos facilitaron cifras que varían entre el 60% y el 98%, según los diferentes sectores productivos.

Por su parte, las industrias eléctricas informaron de que durante las cuatro horas de huelga, la demanda de energía disminuyó de un 10%, el mismo descenso que en un día festivo. En el sector del transporte, la adhesión a la huelga fue casi del 100%. Alitalia canceló 155 vuelos sobre unos 300.