Casi 30 años después de su aprobación y a las puertas de la campaña electoral, la polémica sobre la ley que despenalizó el aborto en Italia sigue viva. Asociaciones de feministas convocaron ayer actos para protestar contra una campaña antiaborto promovida por los conservadores.

El detonante de la protesta se produjo el miércoles, cuando la policía irrumpió en una clínica de Nápoles donde se estaba practicando un aborto legal tras una llamada telefónica. "Me llamaron diciéndome que una mujer estaba tirando su feto en el inodoro", se justificó la policía.

Fue el periodista Giuliano Ferrara quien metió el dedo en la llaga al crear el partido Pro Vida para promover una moratoria antiaborto ante la ONU. Silvio Berlusconi dijo que la idea no le parecía mal. Walter Veltroni, líder del centroizquierda, la condenó.