El partido Izquierda/PDS, liderado por Oskar Lafontaine y Gregor Gysi, en el que se agrupan los excomunistas del Este alemán y los socialdemócratas desengañados, se convirtió a raíz de los comicios de ayer en la cuarta fuerza electoral de Alemania, situada por delante de Los Verdes. Con un discurso dirigido a combatir el neoliberalismo, así como la Europa de los empresarios, los izquierdistas consiguieron ganar más votos que ningún otro partido de los que concurrían a las elecciones. Sin embargo, nadie los quiere. Ninguna fuerza política está dispuesta a gobernar en coalición con ellos.