Japón cuenta desde ayer con un nuevo Gobierno de centroizquierda que rompe con las cinco décadas de monopolio político prácticamente incontestado del Partido Liberal Democrático (PLD), la fuerza de centroderecha que levantó al país de la miseria tras su derrota en la segunda guerra mundial.

La Cámara baja eligió ayer al presidente del Partido Democrático de Japón (PDJ), Yukio Hatoyama, de 62 años, como primer ministro del país. Su mandato durará cuatro años. Su elección estaba asegurada después de que los demócratas se hicieran con 308 de los 480 escaños de la Cámara baja en las elecciones del 31 de agosto. Ayer Hatoyama recibió los votos de 327 diputados (68% del total), frente a 119 para el candidato del PLD, lo que le convirtió en el 60º primer ministro de Japón.

Los demócratas gobernarán en coalición con dos partidos minoritarios, el izquierdista Social Demócrata (PSD) y el Nuevo Partido del Pueblo (NPP), cuyos líderes entrarán también en el Ejecutivo. Es una alianza simbólica, signo del leve tinte socialista de los demócratas, ya que tienen mayoría en las dos cámaras y no necesitaban pactar.

INQUIETUD La población japonesa espera con inquietud conocer las primeras medidas de los demócratas, especialmente en el frente interno, para paliar la crisis en la que está sumida desde hace dos décadas la potencia asiática acosada por el estancamiento económico, el desempleo, la congelación salarial y la inseguridad en materias como la sanidad pública y las pensiones.

Asimismo, hay expectación popular por el pulso que los demócratas sostendrán con la burocracia, que desde hace cinco décadas constituye un Gobierno paralelo al poder político. Es más, muchos observadores creen que el destino del país nunca se ha trazado en la jefatura del Gobierno sino en los cenáculos de la Administración pública. Han sido los burócratas los que han colonizado el PLD y no viceversa, hasta el punto que se conoce a dicha formación como el partido de la burocracia.

El hecho es que hay en las filas demócratas muchos tránsfugas del PLD que abandonaron este partido en los 90, pero que venían de la Administración pública. Por ello, las primeras medidas de Hatoyama han consistido en crear la Agencia de Estrategia Nacional, con el fin de tomar las riendas de las políticas públicas en manos de la burocracia. A la cabeza estará Naoto Kan, de 62 años, uno de los pocos demócratas que no proceden del PLD, que también será vicepresidente primero de Gobierno.

NUEVO MODELO Si los demócratas se imponen a la Administración pública, es posible que Japón pueda desmantelar el modelo exportador que trajo consigo el desarrollo económico pero que tiene al país al borde del colapso financiero, con una deuda pública que alcanza el 180% del Producto Interior Bruto (PIB), la mayor del mundo desarrollado. En el frente externo, los demócratas mantendrán los fuertes vínculos de Japón con EEUU. Pero buscarán a la vez un acercamiento con sus vecinos asiáticos, en especial con China y Corea del Sur.