El primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, insistió para que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara ayer una resolución contra las pruebas con misiles de Corea del Norte, justo antes de que empiece la cumbre del G-8 en San Petersburgo (Rusia).

Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad --Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y EEUU--, y también Japón, se reunieron para intentar conciliar dos proyectos de resolución en competición contra la exhibición armamentística norcoreana.

El primer proyecto, elaborado por Japón y apoyado por EEUU y los aliados europeos, condena a Pyongyang e invoca el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, autorizando sanciones, incluido el uso de la fuerza. El segundo, defendido por China y Rusia, deplora el lanzamiento de misiles e insta a que Pyongyang instituya una moratoria.