El Gobierno de Japón intensificará las labores encaminadas a descontaminar las zonas afectadas por la alta radiación en torno a la accidentada central de Fukushima, informó hoy el viceministro nipón de Medio Ambiente, Shinji Inoue.

El Gobierno, que presentará su plan para acelerar la limpieza de estas zonas con alta radiación el viernes, tenía planeado completar los trabajos de descontaminación para marzo de 2014, tres años después de que un tsunami provocara la crisis atómica de Fukushima, aunque el proceso se ha retrasado finalmente.

Tras un encuentro con el gobernador de la prefectura de Fukushima, Yuhei Sato, el viceministro adelantó que el Gobierno ampliará la zona de limpieza, en principio obligatoria para las zonas residenciales y, al menos, 20 metros alrededor de ellas.

"Estamos preparados para descontaminar cualquier lugar en el que vivan los ciudadanos, incluso más allá de los 20 metros" estipulados, detalló Inoue.

Para ello, confirmó que se ocuparán de "las áreas aún contaminadas o de aquellas en las que se han encontrado niveles de alta radiación".

El plan del Gobierno es el de limpiar la denominada "zona especial de descontaminación", que alberga 11 municipios cercanos a la central de Fukushima.

Según los expertos, las labores de descontaminación radiactiva de esta zona costarán unos 5,13 billones de yenes (unos 39.000 millones de euros), cuatro veces más de lo presupuestado inicialmente por el Gobierno.

Tras el inicio de la crisis nuclear, la peor desde Chernóbil en 1986, el Gobierno nipón y la operadora de la central iniciaron las labores de limpieza y decretaron una zona de exclusión de 20 kilómetros en torno a la central por la alta radiación, que ha sido parcialmente levantada, aunque mantienen evacuadas a decenas de miles de personas.