Primero fue China y Japón no será la última. Tokio prohibirá la entrada de extranjeros que hayan pisado en las dos últimas semanas Estados Unidos, China, Corea del Sur y buena parte del continente europeo. La medida pretende frenar los casos importados en un contexto de inquietante repunte de las infecciones.

También se está estudiando cerrar la puerta a los que lleguen de países del Sudeste asiático y de África, según fuentes oficiales citadas por el diario 'Asahi Shimbun'. En la práctica supone la prohibición casi absoluta de entrada a extranjeros, una medida que ya fue adoptada la semana pasada por Pekín y que anticipa un mundo de compartimentos estancos. En ambos casos, la prohibición se adoptó tras comprobar el infierno logístico que supone fiscalizar las dos semanas de cuarentena sobre miles de viajeros.

LA CARTA DE LOS JUEGOS

Las cifras oficiales contemplan 1.866 infecciones y 55 muertos, a las que deben sumarse los 712 contagios y 10 fallecimientos en un crucero de lujo atracado en el puerto de Yokohama. Son magnitudes razonables que demuestran que Japón, al igual que el grueso de Asia, ha resistido mejor los embates del coronavirus que Europa o Estados Unidos a pesar de encontrarse muy cerca del foco original de infección. Pero un par de acontecimientos han acentuado la inquietud en las últimas horas. El primero son los 68 nuevos casos registrados el domingo en la capital, el mayor aumento hasta la fecha. Y el segundo es la muerte del cómico Ken Shimura, la primera celebridad que sucumbe al coronavirus.

La posibilidad de que el Gobierno apruebe la situación de emergencia o el confinamiento de Tokio cada vez es más cercana, aseguran los expertos. Las autoridades la habían descartado hasta ahora, temerosos por el mensaje que trasladaría al mundo cuando aún confiaban en la celebración de los Juegos Olímpicos. El bloqueo de Tokio, la mayor urbe del mundo, sería calamitosa para una economía nacional que acumula décadas con crecimientos anémicos. Los expertos calculan la factura de un mes de confinamiento en 47 mil millones de dólares, el equivalente al 1 % del PIB japonés.