"Estoy vivo por ahora, escondido como el resto compañeros, en casas separadas y pendientes de lo que ocurra, porque en el barrio de Lauda hay dos muertos y al menos 160 detenidos". Así se expresó el joven Javier Sopeña, informático pacense de 26 años y activista por los derechos de los saharauis, desde donde ayer permanecía oculto en el Aaiún, protegido por saharauis y comunicándose por móviles.

El pudo salir del campamento Dignidad cuando lo desmanteló la policía y el ejército marroquíes y logró llegar a El Aaiún y esconderse mientras en las calles se producían enfrentamientos y detenciones.

Sopeña respondió a preguntas de este diario que "sí temo por mi vida; la policía nos busca casa por casa y temo que si nos cogen, cuando menos nos den una paliza, o puedan matarnos. Si quieren hacernos desaparecer, lo tienen fácil, basta con culpar a los colonos; ya lo han hecho antes. Si nos cogen, no creo que nos hagan nada bueno".

Tanto él como otros cooperantes permanecerán escondidos "hasta que se calme un poco la cosa" y "hasta que permitan la entrada de la prensa internacional, mientras tanto tendremos que seguir así". Y señaló la interés del Gobierno marroquí por ocultar la situación a la prensa, la española sobre todo.

Por tanto, desconoce cuánto transcurrirá hasta que puedan salir, "hasta que la situación sea segura, toca esperar". Sopeña habla de vez en cuando con su familia para decirles que se encuentra bien. Sobre la situación actual, dijo no saber si la protesta se ha extendido a la ciudad de Smara, "manejo muy poca información, no tengo internet y no podemos salir a la calle". Pero no piensa en volver a España, sino en esperar "a que pase la tormenta para volver a informar". Además, ha perdido "el pasaporte junto con todo lo demás en la refriega", dijo.

Asimismo, La delegada del Gobierno, Carmen Pereira, manifestó que "cualquier español tiene protección de la autoridad consular en el país que corresponda. En este caso estoy convencida de que las autoridades consulares y el Ministerio de Exteriores están interesados por la situación de todos los españoles; otra cosa es lo que cada español quiera hacer sin contar y sin comunicar a las autoridades consulares".

Pereira señaló que ha hablado "con miembros del Observatorio por interesarme y para que sepan que desde los consulados españoles y Exteriores están pendientes y tratando de garantizar la seguridad de todos los españoles, pero quiero decir que también pueden llegar esos ciudadanos hasta donde quieran", informa Guadalupe Leitón.

Por otro lado, la Fundación Sahara denunció que se conocen "por cientos los nombres de represaliados saharauis" y que no funcionan los teléfonos de los defensores de derechos humanos. Señaló que sigue "el registro de casas buscando saharauis y extranjeros". Y que "la política es considerar traidor a quien ayude o acoja a extranjeros, anunciando que quienes lo hagan serán juzgados por traición".