El director de la CIA, George Tenet, intentó protegerse ayer del aluvión de críticas contra la agencia de espionaje por la errónea apreciación de los arsenales de destrucción masiva que poseía Irak, en la que el presidente, George Bush, se basó para lanzar la guerra. "Nunca dijimos que Irak fuese una amenaza inminente", sostuvo Tenet, quien también echó un capote a la Casa Blanca al asegurar que la CIA no fue presionada para manipular los datos sobre Irak, como sostiene la oposición demócrata. "Nadie nos dijo qué decir o cómo decirlo", subrayó.

Aunque reconoció que la CIA "sobrestimó" la capacidad nuclear de Sadam Husein, Tenet no aceptó que los arsenales de armas de destrucción masiva de Irak no existan. El jefe del espionaje reclamó "más tiempo" para seguir buscando esos arsenales, ya que Sadam tenía la "intención" y la "capacidad" para fabricar armas químicas, subrayó.

FALTA DE CONSENSO No obstante, Tenet admitió que dentro de la propia CIA no había consenso sobre los programas de armas químicas, biológicas y nucleares de Sadam, como dejó claro una estimación de los servicios secretos presentada a la Casa Blanca en octubre del 2002. Tenet afirmó que ese documento fue "una evaluación objetiva" de los analistas de la agencia "sobre un dictador brutal que continuaba esforzándose por engañar y construir programas (de armas) que podrían sorprendernos y amenazar nuestros intereses".

El día en que se cumplía un año desde que el secretario de Estado, Colin Powell, presentara a la ONU un alarde de pruebas contra Irak, el director de la CIA explicó que los juicios de sus analistas sobre los arsenales de Sadam se basaron en las inspecciones realizadas hasta finales de los años 90 por la ONU, y en datos aportados por informantes u obtenidos por medios tecnológicos. "Todo ello consolidó y reforzó mi opinión del peligro que suponía el régimen de Sadam", aclaró Tenet ante los estudiantes de la universidad de Georgetown (Washington), el foro escogido para salir al paso de las explosivas conclusiones de David Kay, exjefe de inspectores de armas de EEUU en Irak.

DATOS "ERRONEOS" Tras dimitir, hace dos semanas, Kay afirmó que Sadam no tenía arsenales prohibidos y que los datos del espionaje sobre su presunta existencia eran "erróneos". Kay intensificó así el debate y dio metralla a la oposición para acusar a Bush de haber exagerado la amenaza que suponía Irak para justificar la guerra. Bush se vio forzado a aceptar una investigación independiente.

"Todavía no hemos encontrado los arsenales", reconoció ayer Bush en Charleston (Carolina del Sur), pero se mostró firme en que atacar fue "lo apropiado".

Tras la intervención de Tenet, el candidato demócrata favorito para disputar la presidencia a Bush, John Kerry, no tardó en lanzar de nuevo su artillería contra el actual inquilino de la Casa Blanca. "Nos dijeron que Irak constituía una ´amenaza mortal´ y una ´amenaza inminente´ contra EEUU", denunció.