A medida que se agudiza la soledad del Gobierno en la crisis de Irak, mayor es la inquietud en las filas del PP. A tres meses de las elecciones autonómicas y locales, dirigentes y candidatos populares temen que el desgaste del Gobierno se traduzca en un castigo en las urnas. Por eso el presidente exigió ayer al PP que apoye sin fisuras su participación en el frente belicista de George Bush.

"Durante estos años, el PP ha echado sobre sus espaldas responsabilidades extraordinarias, y todas las ha sabido afrontar con un ejemplar sentido de la cohesión. Esto no va a ser una excepción en ningún caso". Esta fue la sentencia de Aznar cuando se le preguntó sobre las dudas que suscita en el PP el alineamiento del Gobierno con EEUU.

En una comparecencia junto al presidente salvadoreño, Francisco Flores, de visita oficial en España, Aznar recordó a los responsables de su partido que deben dejar "los oportunismos electorales a quien los utiliza: la oposición socialista".

REPROCHES SOCIALISTAS

De paso, Aznar desdeñó los reproches del PSOE, cuyos dirigentes acusan al Ejecutivo de haber roto el frágil consenso de la UE al alentar un borrador de resolución que, de ser aprobado, daría luz verde a la guerra. Una crítica que el presidente tachó de "absurda" y "sorprendente". "¿Qué autoridad tienen para decir que nosotros hemos roto el consenso europeo quienes ni siquiera fueron capaces de sumarse a él?", se preguntó.

Aznar garantizó que su partido habla con una sola voz: "Estamos absolutamente convencidos de lo que estamos haciendo, nos guiamos por convicciones y por nuestras responsabilidades."

Respecto a la participación española en la guerra, dijo que, "a día de hoy", su Gobierno "no tiene ningún compromiso militar". "España no forma parte de ninguna coalición militar en este momento", precisó, horas después de que la Moncloa anunciara que España colaborará en el ataque si hay consenso en la ONU.