El presidente de la Conferencia Episcopal Turca, el italiano Luigi Padovese, ha muerto hoy tras ser apuñalado en su casa de verano de Iskenderun, una localidad en la sureña provincia de Hatay. Según la agencia de noticias pública Anatolia, Padovese, máximo representante de la Iglesia católica en Turquía, ha fallecido a consecuencia de la gravedad de las heridas mientras lo trasladaban al hospital.

La primera versión de los hechos difundida por los medios de información turcos indica que el obispo, de 63 años, fue presuntamente apuñalado por su chófer en el jardín de su casa, sin que haya trascendido por ahora si existen motivos personales para el crimen. La policía turca ha lanzado una operación para encontrar al sospechoso.

El Vaticano se ha declarado "consternado" por la noticia. "Es horrible, increíble. Estamos consternados", ha manifestado el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi. Padovese era el vicario apostólico de la Iglesia católica en Anatolia, un cargo creado hace 10 años y que cubre casi la mitad del territorio de Turquía, desde el Mar Negro al Mediterráneo.

En la provincia turca de Hatay hay una pequeña comunidad cristiana que vive de forma pacífica con la mayoría musulmana, y es especialmente importante en la tradición cristiana porque es el lugar donde por vez primera se definió como cristianos a los seguidores de Jesús.

PRECEDENTES

En los últimos años se han producido diversos ataques a cristianos en el país euroasiático. Uno de los más brutales fue el asesinato en Malatya (este de Turquía) de tres trabajadores de la editorial cristiana Zirve, cometido en el 2007. Los cuerpos de las tres víctimas fueron encontrados degolladas y atados de pies y manos.

Con anterioridad, en febrero del 2006, fue asesinado el sacerdote italiano Andrea Santoro en su parroquia de la localidad turca de Trebisonda, al noreste del país. Se de la circunstancia que Pavese declaró entonces que el asesinato del sacerdote, ocurrido mientras el mundo islámico protestaba por las viñetas sobre Mahoma, "no es una casualidad". "Aquí hay un ambiente muy caliente y muchos islamistas fanáticos", indicó entonces Padovese.