La baraja de 55 altos cargos del régimen iraquí buscados por las fuerzas norteamericanas sigue vaciándose. Kamal Mustafá Abdalá Sultán al Tikriti, primo de Sadam Husein y secretario general de la Guardia Republicana, un cuerpo de élite del Ejército iraquí, se entregó ayer por la mañana a las fuerzas estadounidenses en Bagdad. Con él, son ya 23 los integrantes de la lista negra que están en poder de EEUU.

Sultán al Tikriti, número 10 en la lista, formaba parte del reducido grupo de parientes del exdictador, y sus vínculos familiares con Sadam son estrechos. Su hermano está casado con Hala, hija menor del depuesto líder iraquí.

Las detenciones no ocultan que la posguerra se le complica a EEUU con el paso de los días. Tres personas murieron en Kirkuk, en el norte del país, en un tiroteo entre iraquís kurdos y árabes que se disputaban la propiedad de unos terrenos. Esta localidad es uno de los posibles focos de mayores conflictos, ya que los kurdos sostienen que la limpieza étnica practicada por Sadam alteró la demografía de la ciudad, hoy habitada principalmente por árabes.

Las conversaciones entre las fuerzas opositoras iraquís y Paul Bremer, el alto funcionario norteamericano encargado de poner en pie una Administración interina en Irak, no dan sus frutos. El entorno de Bremer admitió que las negociaciones con la oposición no están maduras como para celebrar, a finales de mayo en Bagdad, una conferencia nacional de la que surja un Gobierno.