Kabul es una ciudad donde la mayoría de calles no están pavimentadas, donde las aguas residuales circulan a cielo abierto... Es una insalubre urbe tercermundista repleta de menores indigentes --muchos de ellos por las sucesivas guerras que ha sufrido el país-- que piden limosna.

Pese a convivir a diario con esta realidad, el representante civil de la OTAN en Afganistán, Mark Sedwill, declaró ayer, en una entrevista concedida al programa teelvisivo Children´s BBC Newsround , que los niños "probablemente están más seguros" en la capital afgana de lo que "lo estarían en Londres, Nueva York o Glasgow u otras ciudades".

"Es una sociedad muy orientada hacia la familia, es un poco como una ciudad de pueblos", explicó Sedwill acerca de la capital afgana, que, con sus 3,2 millones de habitantes, ocupa el número 17 en la lista de localidades más pobladas de los países de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI).

De inmediato, oenegés especializadas en temas infantiles pusieron el grito en el cielo y arremetieron contra Sedwill y su bucólica versión de la vida infantil kabulí. "Uno de cada cinco niños muere antes de llegar a la edad de cinco años; por esta razón, decir que es más segura (Kabul) que Londres, Nueva York o Glasgow es estúpido", dijo un representante de la oenegé Save the Children.

La Asociación por los Derechos Humanos en Afganistán (ASDHA) respondió con acritud a las palabras de Sedwill: "Es inaceptable que la seguridad de los niños se mida en función del riesgo a sufrir un ataque..., si los niños son más vulnerables en Kabul que en Londres es porque sus derechos no están garantizados y la comunidad internacional no está haciendo mucho para que esta situación cambie".

Al comprobar el rechazo a sus palabras, Sedwill quiso matizarlas asegurando que pretendía subrayar que la violencia no era igual en todo el país y que en las grandes ciudades era comparable a Nueva York.