Boris Johnson ha negado categóricamente haber engañado a la reina sobre las razones para suspender el Parlamento. «Desde luego que no», fue su enfática respuesta, al tiempo que trataba de restar importancia a la sentencia de tres jueces escoceses declarando ilegal el cierre de la Cámara. «El Tribunal Superior de Inglaterra está completamente de acuerdo con nosotros, pero es el Tribunal Supremo el que decidirá», señaló. El jueves otro tribunal en Irlanda falló a favor del Gobierno sobre la legalidad de la suspensión. El Supremo tiene previsto reunirse a partir del martes, durante tres días, para estudiar las apelaciones de los tres casos.

Johnson insistió en que se está avanzando en los contactos con Bruselas. «Estoy muy esperanzado en que se pueda lograr un acuerdo en esa cumbre crucial [de la UE a mediados de octubre]. Estamos trabajando muy duro», afirmó. Pero el jefe negociador de la UE, Michael Barnier, advirtió de que sigue esperando ver las propuestas británicas para resolver el problema de la frontera con Irlanda del Norte y añadió que aún hay insuficientes iniciativas como para reabrir las negociaciones. «Seguimos estando listos para examinar objetivamente cualquier propuesta legal del Reino Unido».

Johnson desoye las continuas peticiones exigiendo la reapertura del Parlamento. La alianza de fuerzas de la oposición podría estar planeando bloquear una futura elección en la Cámara de los Comunes hasta que el brexit no se haya resuelto, bien con un acuerdo, o con un segundo referéndum.