El primer ministro británico, Boris Johnson, y su principal asesor, Dominic Cummings, han dado un nuevo paso en el desmantelamiento del alto funcionariado al servicio del Gobierno británico. La última cabeza en rodar ha sido la de Mark Sedwill, secretario del Gabinete y asesor de Seguridad Nacional. Sedwill, de 55 años, se ha visto forzado a dejar los dos cargos a partir de septiembre. En el segundo de ellos será sustituido por el actual jefe negociador del 'brexit', David Frost. Johnson da por hecho que para esa fecha la negociación con Bruselas, que volvió a arrancar este lunes, habrá finalizado con o sin acuerdo comercial.

Sedwill, diplomático de carrera, es el funcionario de mayor rango en el Gobierno, alguien con varios miles de empleados a sus órdenes. El hombre en la cúpula del sistema organizativo de los departamentos ministeriales en Whitehall. Una estructura que en el Reino Unido se enorgullece de mantener la imparcialidad a la hora de hacer funcionar la maquinaria estatal sean quienes sean los políticos de turno en Downing Street. Esa imparcialidad se rompe ahora. La de Frost es una designación política, de un defensor del 'brexit' sin experiencia alguna en temas de seguridad.

"Tácticas corrosivas y cobardes"

Cummings ha declarado la guerra a los altos funcionarios, empeñado en dinamitar el actual sistema y colocar en los puestos vacantes a asesores por él contratados y a sus órdenes. El ambiente estaba envenenado desde hace tiempo, con acusaciones veladas de la ineficacia de Sedwill para manejar la crisis del coronavirus, desviando hacía el funcionario la incompetencia gubernamental. Dave Penman, del sindicato de funcionarios ( FDA), acusó a Downing Sreet de haber utilizado "tácticas corrosivas y cobardes" para desacreditar a Sedwill. El líder laborista, Keir Starmer, condenó el momento elegido para hacer estos cambios. "Es una cuestión de prioridades", señaló. "Tenemos una crisis económica a la vuelta de la esquina y, ¿qué hace el primer ministro? Cambia al secretario de Gabinete. Hay que centrarse en la crisis económica, comenzar a preparar el presupuesto, es una cuestión de prioridades".

La "purga" planeada por Cummings se puso en marcha antes de la epidemia. En febrero fue forzado a marcharse Philip Rutman, secretario permanente del Ministerio del Interior. Hace un par de semanas se despedía el más alto cargo en Exteriores, Simon McDonald.

Otra de las instituciones que Cummings tiene en el punto de mira es la BBC. El lunes a primera hora, Johnson inauguró con una entrevista en persona, la nueva emisora, Times Radio, de Rupert Murdoch. El primer ministro ha venido vetando el programa 'Today', el más importante matinal radiofónico de la BBC, en el que no ha participado desde octubre del año pasado.