Poco antes de que den arranque en la zona cero los actos de homenaje y recuerdo a las víctimas del 11-S, el pastor Terry Jones ha dado un poco más al norte de la ciudad, en los estudios de la NBC en el centro Rockefeller, la confirmación definitiva de que no realizará la quema de coranes planeada, "ni hoy ni en el futuro". Pero, incluso sin llegar a poner en el fuego ni un solo ejemplar del libro sagrado de los musulmanes, Jones ha encendido ya una hoguera que arde en todo el mundo y las protestas de radicales islámicos se producen hoy en lugares como Kabul.

Comparándose con Abraham, Jones ha dicho en el programa Today que recibió el mensaje de Dios de hacer algo (quemar coranes en su caso, matar un hijo en el de Abraham, "que tuvo la inteligencia de hacerlo sin publicidad", ha remarcado). Ahora, dice que también ha recibido un mensaje divino para no realizar la pira y asegura que ha cumplido su misión (supuestamente demostrar el peligro que representan partes del Islam).

Jones llegó a Nueva York el viernes por la noche, cuando el Empire State iluminado de verde en honor al fin del Ramadan y las torres de luz que cada año se iluminan como homenaje en la zona cero daban al skyline la paz y convivencia tan elusivas en el noveno aniversario del 11-S, el más politizado dese el 2001. Ha admitido que no tiene concertado un encuentro con el imán de la mezquita Park 51, a cuyas puertas ayer por la noche se celebró una vigilia pacífica.

Esta mañana, sin embargo, en sus inmediaciones se esperan a defensores de ese centro islámico, convocados a una manifestación, y a opositores, que también han organizado una protesta.