Afganistán vivió ayer una jornada negra para los intereses de los paises occidentales que participan en la coalición que combate a los talibanes. La rehén británica, Linda Norgrove, de 36 años, secuestrada a finales de septiembre, murió a manos de sus captores en plena misión de rescate, mientras que cuatro soldados italianos fallecieron en un asalto cometido por los islamistas al oeste del país.

Según informó ayer el Foreign Office, Norgrove fue asesinada la noche del viernes "durante una operación de salvamento". Tanto el primer ministro británico, David Cameron, como el titular de Exteriores, William Hague, estuvieron informados en todo momento de los pormenores del rescate, llevado a cabo por fuerzas de EEEUU. Las tropas británicas destinadas en el sur del país no participaron en el operativo.

La cooperante asesinada, de origen escocés, había participado durante años en numerosas tareas humanitarias en Perú, Laos y Afganistán, país que conocía bien y en el que estuvo empleada por la ONU en Kabul del 2005 al 2008. El 26 de septiembre, el convoy en el que Norgrove viajaba con otros tres miembros locales de la oenegé estadounidense DAI, cayeron en una emboscada en Kunar.

Durante la operación de rescate Norgrove fue asesinada pero sus tres colaboradores recobraron la libertad. Es la segunda muerte de una trabajadora humanitaria en Afganistán en pocos meses. Una doctora, también británica, Karen Woo de 36 años, murió en agosto.

Por otro lado, los soldados italianos muertos ayer viajaban en un vehículo que formaba parte de un convoy de más de 70 vehículos que se dirigía al valle de Gulistan, a unos 200 kilómetros al este de Farah, en la frontera con la provincia de Helmand, suroeste de Afganistán.

CAMIONES DESTRUIDOS Los atacantes hicieron estallar un artefacto al paso del vehículo y abrieron fuego. Además de los cuatro militares fallecidos, un quinto, también italiano, resultó gravemente herido. Con las víctimas de ayer ya son 34 los soldados italianos muertos en Afganistán.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, lamentó la muerte de los militares, al tiempo que agradeció a los soldados de su país que "en diferentes misiones alrededor del mundo, permiten que Italia mantenga sus compromisos internacionales a favor de la paz y contra cualquier forma de terrorismo".

En otro ataque de los insurgentes, en la provincia paquistaní de Baluchistán, al suroeste del país, un total de 27 camiones cargados con suministros para las tropas de la OTAN desplegadas en Afganistán fueron completamente destruidos.