El exprimer ministro socialista Lionel Jospin intervino de nuevo ayer en la televisión francesa para intentar convencer al electorado de izquierdas --mayoritariamente favorable al no a la Constitución en el referendo del domingo-- que es de su interés "votar por el Tratado para no debilitar a Europa y, por lo tanto, a Francia". Erigido en hombre providencial por su partido, llamó a los franceses a que esperen hasta el 2007 (fecha de las próximas presidenciales) "para castigar al Gobierno" y a Jacques Chirac.

Jospin se dirigió especialmente al electorado del Partido Socialista (PS), perturbado por las posiciones contradictorias en el seno del partido. Es precisamente entre los simpatizantes socialistas entre los que se cuenta el mayor número de indecisos (26%), según los sondeos. "¿Qué vamos a hacer si los franceses votan no ? ¿Vamos a meter todos los no en una coctelera, la vamos a agitar y le vamos a pedir al presidente de la República --al que parece que queremos castigar-- que presente este cóctel del no a nuestros socios europeos, que están alucinados?", enfatizó.

Lo más relevante de esta situación es que, a través del retorno provisional de Jospin, se tiene la impresión de resucitar la antigua guerra de jefes. Jospin, al igual que muchos socialistas, sospecha que el actual número dos del PS, Laurent Fabius, intenta instrumentalizar el debate para tomar las riendas del partido. Fabius asegura que su "no de izquierdas es proeuropeo".

LA COMUNIDAD ARMENIA Por su parte, el presidente Chirac envió una carta al jefe del Consejo de Coordinación de las Organizaciones Armenias de Francia, Ara Toranian, en la que pide el voto de la comunidad armenia para la Constitución que, según él, "alargará" el proceso de adhesión de Turquía a la UE. Los franceses de origen armenio representan 400.000 votos y en su mayoría se oponen al Tratado, ya que consideran que facilitará la integración de Turquía.