El terrorismo islamista ha golpeado de nuevo en Marruecos. Ayer, dos encapuchados asesinaron a balazos a un comerciante marroquí de confesión judía en el mercado de Derb Sultán, en Casablanca. Es la primera vez que un judío es tiroteado en el país, lo que ha inoculado el temor entre los cerca de 4.000 miembros de la comunidad judía de Marruecos de que esto sea el inicio de una campaña terrorista.

Los hechos se produjeron a las 12.45 horas, justo cuando Albert Revivo, un judío marroquí de 55 años, acababa de cerrar el comercio de venta de maderas que tenía en el mercado al aire libre de Laqriaa, en el barrio de Derb Sultán. Dos personas que se cubrieron con un pañuelo y una gorra, y que iban armados con pistolas automáticas, le dispararon al menos cinco balas.

Una decena de marroquís se abalanzaron sobre los asesinos. Los dos encapuchados se zafaron de ellos disparando al aire y saltaron el muro que separa el mercado de la autopista entre Casablanca y Rabat, donde secuestraron un coche, que abandonaron después en el barrio de Burnasil.

TRAGICOS RECUERDOS

El atentado de ayer, que ha sido perpetrado el día antes de las elecciones municipales, llevó a los marroquís a revivir el trauma provocado por los ataques kamikazes del 16 de mayo en Casablanca contra intereses judíos y españoles, en los que murieron 57 personas.