Un juez federal de Estados Unidos ha dictaminado que el programa de espionaje telefónico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) podría vulnerar la cuarta enmienda de la Constitución, por lo que puede proseguir una demanda presentada al respecto. De esta manera el juez de distrito Richard Leon, de Washington, ha dado la razón en un dictamen preliminar a dos demandantes que argumentan que el programa de recolección de registros telefónicos revelado por el exanalista de la NSA Edward Snowden es inconstitucional. Este es el primer gran revés judicial a los programas de la NSA revelados desde junio por Snowden.

El magistrado considera que el Departamento de Justicia no ha demostrado adecuadamente el argumento de que el control de millones de metadatos telefónicos (número de teléfono, hora de llamada y lugar) en Estados Unidos ayudara a detener ataques terroristas. "No puedo imaginar invasión más indiscriminada y arbitraria que esta recolección sistemática de alta tecnología y la retención de datos personales de virtualmente todos los ciudadanos con el propósito de almacenar y analizar sin aprobación judicial", escribe Leon en su dictamen, de 68 páginas.

El dictamen, el primero de estas características, permite a los activistas conservadores Larry Klayman y Charles Strange seguir desafiando a la NSA por pesquisas y controles injustificados, prohibidos por la cuarta enmienda. El Gobierno estadounidense argumentaba que una sentencia del Tribunal Supremo de 1979 permite recopilar "metadatos" telefónicos, pero el juez Leon opina que ese precedente no puede ser aplicable a un programa de vigilancia mucho más sofisticado y extenso.

El dictamen de Leon se ha hecho público pocas horas antes de que este martes el presidente, Barack Obama, reciba en la Casa Blanca a los directivos de grandes compañías tecnológicas como Apple, Twitter, Facebook, Yahoo, Microsoft y Google, con los que abordará el impacto de las revelaciones sobre el espionaje de la NSA. En un comunicado, la Casa Blanca detalla que en la reunión se discutirán "la seguridad nacional y los impactos económicos de las revelaciones no autorizadas de inteligencia".

Reforma de la vigilancia digital

Precisamente, la semana pasada ocho grandes empresas tecnológicas, entre ellas Apple, Google y Microsoft, pidieron a Obama y al Congreso un cambio en su política de vigilancia digital para que sea "proporcionada a los riesgos, transparente y sujeta a supervisión independiente". "Es tiempo de cambiar", aseguran esas compañías en una carta conjunta, en la que destacan que las revelaciones sobre los programas secretos de la NSA para recopilar datos telefónicos y digitales de los ciudadanos "resaltaron la necesidad urgente de reformar las prácticas de vigilancia de los gobiernos en todo el mundo".

El pasado viernes, el presidente recibió el informe de un panel independiente encargado de esa revisión, que contiene más de 40 recomendaciones y será analizado ahora por Obama y su equipo.