El juicio contra los principales acusados de perpetrar los atentados terroristas del 11-S comenzará el 11 de enero del 2021, dos décadas después de aquella infamia que cambió el mundo. Así lo anunció ayer un juez castrense de la base militar de Guantánamo (Cuba), donde se juzgará a Khalid Shaikh Mohammed y los otros cuatro hombres acusados de planear los ataques que mataron a 2.769 personas en Nueva York, Washington y Pensilvania.

Todos ellos se enfrentan a la pena de muerte y serán juzgados por un tribunal de guerra, después de que fracasaran a lo largo de los años varios intentos para trasladarlos a Estados Unidos y someterlos a la justicia civil ordinaria, donde se dirimen la mayoría de casos por terrorismo.

Al frente del tribunal estará el juez W. Shane Cohen, coronel de la Fuerza Aérea, el tercer magistrado castrense que se hace cargo del caso contra Mohammed, Walid bin Attash, Ramzi bin al Shibh, Mustafa al Hawsawi y Amar al Baluchi.

La previsión es que en la fecha anunciada en la jornada de ayer empiece a seleccionarse el jurado, aunque pocos esperan una resolución rápida para un proceso que se ha eternizado por la infinidad de deficiencias formales que lo han acompañado. Parte del problema se deriva de las circunstancias en que se obtuvieron las confesiones de los acusados, empezando por Mohammed, que sufrió rutinarias torturas en los tres años que pasó en clas cárceles secretas de la CIA.

EL ‘CEREBRO’ DE LOS ATENTADOS / El terrorista Khalid Shaikh Mohamed reconoció en 2007, durante un interrogatorio, haber sido el cerebro de dichos atentados, aunque tanto él como sus compañeros --Walid bin Attash, Ramzi Binalshibh, Alí Abdul Aziz Alí y Mustafa al Hawsawi--, han denunciado haber sido objeto de torturas. Todos ellos permanecieron varios años en prisiones secretas de la CIA antes de ser trasladados a Guantánamo.