El juicio por genocidio y de lesa humanidad contra el exgeneral golpista guatemalteco José Efraín Ríos Montt se ha reanudado este martes con desgarradores testimonios de supervivientes de la matanza de 1.771 indígenas ixiles cometida entre 1982 y 1983.

En el séptimo día del proceso que empezó el 19 de marzo, en el que también es procesado el antiguo jefe de Inteligencia Militar, el general retirado José Rodríguez, uno de los testigos de la Fiscalía, Tiburcio Utuy, ha declarado ante el tribunal que presenció al menos tres masacres en comunidades de Chajul, en el departamento noroccidental de Quiché.

"A una señora que estaba embarazada [los soldados] le sacaron al bebé y lo estrellaron en un palo. Yo lo vi directamente", ha relatado Utuy, un indígena ixil de 70 años, que ha agregado que los soldados también quemaron una casa con todos los miembros de una familia dentro, que murieron "cenizados" (carbonizados).

El testigo ha sostenido que los militares le ataron, le arrastraron y le quemaron el estómago y los testículos. "Fui golpeado por el Ejército, mi intestino se salió", ha dicho, al tiempo que mostraba al tribunal las cicatrices que dejaron en su cuerpo las supuestas agresiones de los soldados.

"¡Ay, qué dolor, ay, qué sufrimiento!", ha recordado, y ha manifestado que también le pegaron con unos leños, lo dejaron moribundo unas siete horas, sin dientes, y luego se lo llevaron en helicóptero a Nebaj (Quiché), donde lo presentaron como un guerrillero. "¿Será que no hubo genocidio ese año? Yo digo que sí hubo porque yo lo viví en 1983", ha afirmado. "Nosotros no le debemos nada a Ríos Montt", ha aseverado, y ha añadido que pensaron que el Ejército los quería matar por su origen maya.

Muerte por desnutrición

Otros tres supervivientes han denunciado ante el tribunal crueles crímenes cometidos por militares en sus aldeas, de los que lograron salvarse al huir hacia las montañas. Juan Cruz, de 69 años, ha dicho que debido a las condiciones infrahumanas creadas en la población de Sajsibán, en Nejab (Quiché), por el Ejército, tres familiares, entre ellos su hija Engracia, de 2 años, y su sobrina Maria Santiago, de 3, murieron por desnutrición y hambre en enero de 1983. A su padre, Gaspar, de 68 años, lo ahorcaron, ha asegurado por medio de un traductor.

El juicio, que se suspendió el pasado martes por la Semana Santa en Guatemala, se ha reanudado hoy en la Sala de Vista de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Con un promedio de entre 10 y 12 testimonios diarios, la Fiscalía y los querellantes prevén que esta semana concluya la presentación de sus testigos.

Mujeres violadas

El tribunal que preside la jueza Jazmín Barrios también tiene programado escuchar estos días el testimonio de al menos 15 mujeres que aseguran que fueron violadas por los soldados en comunidades de Nebaj, Cotzal y Chajul (Quiché) durante la época que gobernó Ríos Montt.

El fiscal del caso, Orlando López, pretende demostrar con la declaración de los supervivientes la responsabilidad de Ríos Montt y Rodríguez en los delitos de genocidio y crímenes contra la humanidad como autores intelectuales. Concretamente, el exjefe de Estado y su antiguo jefe de Inteligencia Militar son juzgados por el asesinato de 1.771 indígenas ixiles entre 1982 y 1983 en al menos 16 matanzas en Quiché.

Enfrentamiento armado

Los militares retirados esperarán hasta la próxima semana su turno para presentar a sus peritos y las pruebas de descargo con los que, según sus abogados, van a demostrar que en Guatemala "no hubo genocidio" sino un enfrentamiento armado entre el Ejército y la guerrilla.

Ríos Montt, de 86 años, es la mayor autoridad guatemalteca que es juzgada por delitos de genocidio y de lesa humanidad durante el conflicto armado (1960-1996) que causó 250.000 víctimas, entre muertos y desaparecidos en Guatemala.