Julián Muñoz hizo ayer su primer gesto de derrota al empaquetar sus enseres del despacho de alcalde de Marbella, en vísperas de la moción de censura presentada contra él por ocho exconcejales del GIL --la formación política con la que ganó los comicios--, tres expulsados del PSOE y tres del Partido Andalucista.

Aunque Muñoz no lo admitió tácitamente, todo indica que da por perdida la batalla y que es consciente de que la moción de censura que hoy se vota en el pleno, prosperará. "Haré una oposición durísima y aprovecharé mi acta de diputado para frenar a estos golfos", dijo ayer Muñoz.

La puntilla a Muñoz se la dio ayer la dirección del PA, que sancionará a sus concejales en Marbella pero que, al tiempo, se mostró comprensiva con ellos. A los ediles marbellís se les abrirá un expediente que "podría" derivar en la expulsión, aunque el secretario general del partido, Antonio Ortega, dijo no tener "ni idea" de lo que votarán hoy.

"La única expulsión válida es la inmediata. Lo otro es marear la perdiz y darles carta blanca", lamentó Muñoz. El PP de Andalucía emitió una nota en la misma línea: "El PA juega a dos bandas, engaña a los andaluces. Aunque no lo dicen, apoyan la moción de censura".

Prácticamente descartada la marcha atrás de alguno de los ediles del PA (ni siquiera María José Lanzat, hija de un andalucista histórico, parece ya vulnerable a las presiones de su propio partido) los seguidores de Julián Muñoz intentaban ayer desesperadamente obtener apoyos entre los ediles fieles a Jesús Gil.

José Luis Sierra, asesor legal de Muñoz en asuntos urbanísticos y abogado del exalcalde de Marbella durante 20 años, considera que Gil "ha entregado a sus enemigos un urbanismo bloqueado, a cambio de unos papeles municipales vitales para su defensa".

El secretario general del PA, más que condenar a los suyos, recordó pactos con exgilistas promovidos por el PP y el PSOE, y dejó claro que el objetivo es descabalgar a Muñoz.

EL PSOE NO QUIERE LA MOCION

La portavoz del PSOE, Carme Chacón, señaló que su partido va a trabajar "hasta el último instante" para que la moción de censura fracase. El secretario general del PP, Javier Arenas, insistió en que no hay motivos para disolver el consistorio de Marbella y convocar elecciones.