Hay cumbres europeas que dan para mucho. Especialmente para el presidente de la Comisión, el luxemburgués Jean Claude Juncker, que ha vuelto a protagonizar varias escenas poco habituales.

La más llamativa fue la que le valió una bronca de la primera ministra británica, Theresa May, que le reprochaba que la hubiera calificado como "nebulosa".

No obstante, este sábado ha salido a la luz la estrambótica entrada que hizo a la sede de la cumbre. Nada más bajarse del coche, y en el momento de saludar, comenzó a revolver el pelo a varias de sus colaboradoras, que se lo tomaron con estoicismo.