A ocho meses de las elecciones al Parlamento Europeo y del fin del mandato de la actual Comisión, el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, ha pronunciado este miércoles ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo su cuarto y último discurso sobre el estado de la unión, muy centrado en el asunto al que Europa ha sido incapaz hasta ahora de dar una respuesta: la inmigración. Juncker ha anunciado una batería de propuestas legislativas para afrontar el reto migratorio, cuya columna vertebral será la creación de un cuerpo de fronteras europeo, con 10.000 agentesem el 2020 y recursos propios. Durante su intervención, el presidente de la Comisión ha avanzado también propuestas para blindar las elecciones de mayo de interferencias extranjeras con ánimo desestabilizador y ha confirmado que la Comisión renunciará a la obligatoriedad del cambio horario, una decisión que dejará en manos de los estados.

Lejos de pensar en su despedida, Juncker ha dibujado una cargada agenda para completar un mandato que se inició en el 2015 en medio de la peor crisis migratoria que ha sufrido Europa y que quiere concluir con las bases asentadas de una auténtica política migratoria común, tras varios intentos fallidos de articularla. Una política común que fía la mayor al blindaje de las fronteras externas de la UE con un cuerpo de agentes europeos que contará con presupuesto propio y autonomía operativa.

La propuesta comunitaria nace de la doble convicción que los países expuestos en primera línea de la presión migratoria -Grecia, Italia y España- no pueden lidiar ya más en solitario con un problema que es europeo y de que una política migratoria común pasa por un sistema de control efectivo de las fronteras externas, acompañado de vías de entrada para la emigración legal. "Ningún imperio sobrevivió sin proteger sus fronteras", afirman en la Comisión.

LOS FRACASOS ANTERIORES

En este nuevo enfoque que se quiere dar a la inmigracion tras el fracaso de anteriores propuestas -las cuotas obigatorias de reparto de inmigrantes que apenas ningún país ha cumplido- también se contempla el reforzamiento de la agencia europea de asilo y el diseño de una nueva arquitectura para financiar proyectos de desarrollo en África que se traduzcan sobre todo en la creación de empleo.

Juncker ha dedicado también buena parte de su intervención a hablar de los intentos de injerencia que pueden haber en las próximas elecciones europeas, tras las experiencias de Cambridge Analytica en las elecciones estadounidenses y en el referéndum del 'brexit' y ha insistido en la necesidad de defenderse de los intentos de desestabilizar Europa. Para ello, la Comisión prepará un escudo de medidas legislativas que pasará por pedir más responsabilidades a las plataformas tecnológicas.

El presidente de la Comisión Euopea ha anunciado también la renuncia a imponer el cambio horario que tiene lugar de forma obligtoria en los países miembros los meses de marzo y octubre. El Ejecutivo comunitario dejará en manos de los estados la decision de si cambian o no la hora o a qué huso horario se acogen, tras la consulta realizada el pasado verano a 4,6 millones de ciudadanaos, en la que el 80% se manifestaron contrarios al cambio de hora.