El sistema Chirac recibió ayer una nueva paletada de tierra encima. Por primera vez en la historia de la República, un expresidente, Jacques Chirac, ha sido imputado por una jueza por malversación de fondos públicos en su época de alcalde de París. El último presidente y su último primer ministro, Dominique de Villepin, están imputados. Villepin, por "complicidad en denuncia calumniosa" contra el actual jefe del Estado, Nicolas Sarkozy.

Chirac acudió a las 8.30 a declarar ante la jueza Xavière Simeoni como testigo asistido y salió tres horas después como imputado, ya que la magistrada considera que hay "indicios graves y concordantes" para responsabilizar al expresidente en este caso, en el que la alcaldía de París contrató y pagó presuntamente a encargados de misión (el equivalente a asesores en los ministerios españoles) que trabajaban para el partido Reagrupamiento por la República (RPR) o para personas próximas.

En el fondo, se trata de una forma encubierta de financiación irregular del partido gaullista en los años 80 y 90. Chirac fue alcalde de París entre 1977 y 1995, año en que accedió a la presidencia de la República. Este caso se empezó a instruir en 1999, pero Chirac no ha podido ser imputado hasta ahora porque gozó de inmunidad hasta el 16 de junio. Un mes después de dejar el Elíseo la perdió, aunque solo para presuntos delitos cometidos antes de ser presidente.

"LEGITIMOS Y NECESARIOS" El 19 de julio, Chirac declaró como testigo asistido en otro caso relacionado con este, el de los empleos ficticios en la alcaldía de París, que lleva el juez Alain Philibeaux. En ese caso, el juez se trasladó a las oficinas del expresidente para tomarle declaración. El abogado de Chirac, Jean Veil, dijo que su cliente fue preguntado por la organización de la alcaldía y que en los próximos meses volverá a declarar.

En un artículo publicado ayer en el diario Le Monde, Chirac justifica los contratos amparándose en que la ley no los prohibía, aunque no reconoce que el ayuntamiento pagaba a personas que no trabajaban en la alcaldía. "Estos reclutamientos los deseé o autoricé porque eran tan legítimos como necesarios", escribe. Asegura que los empleos discutidos son solo una veintena, y de corta duración, repartidos en 18 años, sobre un total de 40.000 trabajadores en la alcaldía. "Nunca los medios del Ayuntamiento de París han sido puestos al servicio de otras ambiciones que la de trabajar para los parisienses", dice. Después describe quiénes eran los contratados. "Podía tratarse también de mujeres y hombres de calidad, que tenían todas las competencias, pero atravesaban un periodo profesional difícil y a quienes quise volver a dar una oportunidad", señala. Chirac subraya que "nunca hubo enriquecimiento personal".

CASOS PENDIENTES Hasta ahora, nadie acusa a Chirac de enriquecerse, sino de ser el centro de un sistema de favores y connivencias que utilizaba fondos públicos para financiar al RPR. Este aspecto es el que está detrás de este caso y del de los empleos ficticios. Pero Chirac tiene pendiente otro asunto, en el que se sospecha que se benefició en 1995, junto a su familia, de vuelos gratuitos de Euralair. Los jueces pretenden también que declare en el caso Clearstream, en el que Villepin está imputado por presunta conspiración para desestabilizar a Sarkozy.