La justicia italiana investiga cinco fiestas en residencias oficiales del primer ministro, Silvio Berlusconi, en las que pudo existir prostitución y consumo de cocaína, según informó ayer el diario La Repubblica. Unas 30 jóvenes han sido o van a ser interrogadas en relación a las sospechas de pago a cambio de prestaciones sexuales y supuesto consumo de droga entre algunos asistentes a las fiestas, en Roma y Cerdeña. Estas son las vías de investigación que seguirían los jueces de Bari.

Los jefes del espionaje y del contraespionaje responderán hoy ante el comité de control parlamentario sobre los servicios secretos a 18 preguntas. El Parlamento quiere saber si existe un eventual complot contra Berlusconi, si tantas mujeres descontroladas pueden suponer un peligro para la seguridad del primer ministro y si con las fotos publicadas se ha violado la vida privada del mandatario.

El diario Il Giornale, propiedad de la familia Berlusconi, anticipó a fines de la pasada semana que "ahora saldrá la droga", lo que sucedió ayer.

Las mujeres fueron reclutadas por Giampaolo Tarantini, el industrial de las prótesis para hospitales investigado por supuesto pago de comisiones para ganar contratos públicos y por supuesta "inducción a la prostitución". Barbara Montereali, una de las invitadas a las fiestas, ha explicado que en las cenas había muchas jóvenes de la Europa del Este, que "parecían estar en su casa".