Los talibanes y otros grupos insurgentes afganos, opuestos a que las niñas vayan al colegio, han incrementado en los últimos años su ofensiva contra la escolarización de las mujeres. Además de ataques físicos contra niñas y adolescentes, han lanzado bombas o incendiado escuelas y han asesinado a algunos maestros.

Shiba Madadgar no notó nada hasta que llegó a casa. Entonces empezó a sentirse mareada y cada vez se encontraba peor. La llevaron al hospital donde docenas de sus compañeras de clase estaban ya recuperándose de lo que los médicos creen que fue un ataque con alguna sustancia venenosa, perpetrado contra su escuela esta semana.

"No tengo miedo", declaró a la agencia Reuters en su casa, justo en la esquina al lado del colegio. "No. Solo quiero volver a la escuela", añadió. El pasado noviembre, los radicales islamistas lanzaron ácido contra colegialas en la ciudad sureña de Kandahar y dejaron a muchas de ellas con graves quemaduras y cicatrices.

Centenares de escolares han sido atacadas por los talibanes en todo el país desde que fueron derribados del poder en el 2001 después de los atentados del 11-S. Desde entonces, el movimiento radical islamista se ha ido fortaleciendo y presenta un auténtico desafío al Gobierno de Hamid Karzai, incapaz de controlar todo el territorio.

En el 2008, el número de víctimas civiles en el conflicto se incrementó en un 40% respecto al año anterior. Pero este último incidente, que ocurrió el pasado domingo en la provincia de Parwan, en las afueras de Kabul, ha dejado a las autoridades desconcertadas. Si fue un ataque, fue bastante inusual porque Parwan es un área donde los talibanes gozan de escasas simpatías y nunca estuvo firmemente bajo su control. Incluso cuando los islamistas estaban en el poder en Kabul, Parwan intentó mantener abiertas las escuelas para chicas.

Según explica Shiba, las jóvenes habían llegado a su escuela secundaria en la localidad de Charikar, en el norte de Kabul. Se habían agrupado en el jardín y escuchaban una lectura del Corán cuando varias de las estudiantes se sintieron mareadas y cayeron. Al resto se las mandó a casa, donde tanto ella como muchas otras de sus compañeras también se sintieron enfermas de golpe. Ninguna de ellas había comido o bebido nada en la escuela. El Ministerio de Salud Pública afgano dijo que se sospechaba de un ataque aéreo con alguna sustancia venenosa.

EXPLICACION POSIBLE El guardia de la escuela, Bismalá, asegura que no vio nada sospechoso. Por su parte, el doctor Abdul Jalil Farhangi, un médico internista que trató a las escolares en el vecino hospital, afirmó que la única explicación posible es un ataque con un gas venenoso, aunque no está seguro de qué sustancia pudo haber sido.

El hospital trató a 43 alumnas y profesoras el día del incidente, y a otras dos en la mañana siguiente. Las autoridades aseguran que están investigando el caso de forma minuciosa.