El presunto criminal de guerra Radovan Karadzic, de 63 años de edad, está rechazando la comida que le ofrecen en la prisión de Belgrado donde se encuentra retenido a la espera de ser extraditado a La Haya, ingiriendo solo agua, almendras, avellanas y pasas, según ha informado su familia, que ha precisado que el expresidente serbobosnio cree que esta dieta le ayudará a llegar al menos a los 120 años. El abogado de Karadzic, Svetozar Vujacic, anunció ayer que recurriría la decisión de extraditar a su cliente antes de que finalizase el plazo previsto, que acabó a las doce de la noche de ayer. En los próximos tres días, una comisión de tres jueces del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia tendrá que decidir si se extradita a Karadzic, una decisión que luego debe ser aprobada por un ministro del Gobierno serbio. Karadzic, que ejercía la medicina alternativa y se identificaba con el nombre de Dragan Dabic mientras pesaba sobre él una orden de arresto que finalmente se materializó la semana pasada, se enfrenta ahora a once cargos entre los que se incluyen genocidio, complicidad en genocidio, exterminación, asesinato, asesinato voluntario, persecución, deportación y actos inhumanos contra musulmanes, croatas y otros civiles no serbios. Mientras, su gurú new age, Mina Minic, ha contado al diario The Times cómo enseñó al exlíder serbobosnio las técnicas que le convirtieron en un experto en medicina alternativa y le ayudaron a crearse una nueva identidad en Belgrado. El gurú del 'doctor Dabic'Minic, excoronel del Ejército serbio, aseguró que no se arrepiente de haber formado al doctor Dabic y de haberle dado la llave para entrar en la sala de consultas situada junto a su casa. "Era un estudiante muy disciplinado y tenía la mayor energía que se puede desear", destacó el místico, de 78 años. Según Minic, el hombre barbudo que llamó a su puerta por primera vez a finales del 2005 o principios del 2006 afirmando ser un croata procedente de Estados Unidos se convirtió en su mejor alumno. "Le enseñé 'radiostasis' y cómo curar cualquier enfermedad, física o psicológica", indicó. "Ahora Radovan es el médico de este tipo de mayor nivel que hay. Fue el mejor alumno y el más talentoso que he tenido en los 40 años que llevo en este oficio", reiteró. Minic mostró orgullosamente su colección de neutralizadores: tubos de metal de varios tamaños, cada uno de ellos con nueve anillos metálicos soldados, que fabricó él mismo y luego patentó. El gurú enseñó a Karadzic a usar estos instrumentos para diagnosticar enfermedades pidiendo al paciente que sostenga un tubo en cada mano, cierre sus ojos y visualice un color en su mente. Medicina alternativaEl médico alternativo también formó al presunto criminal de guerra en el arte de utilizar el avisek, una plomada con un peso de latón en cada extremo que sirve para diagnosticar males físicos o psicológicos dejando que pendule en una dirección o en otra para obtener un "sí" o un "no" como respuesta a las preguntas que se formulan. Fue precisamente este instrumento lo que hizo que Minic comenzase a desconfiar de su aventajado alumno. "Me hizo darme cuenta de que podía ser un espía. Pensé que podía estar robándome todos mis conocimientos, así que no le permití dormir en la casa, solo en la clínica. También sospeché que algo iba mal porque no comía ni bebía nada de lo que le daba. Pensé que a lo mejor temía ser envenenado", relató.