La general estadounidense Janis Karpinski, antigua responsable del sistema carcelario en Irak, aseguró ayer que recibió la orden de tratar a los detenidos como perros. En una entrevista concedida a la BBC, Karpinski, apartada definitivamente de sus funciones al frente de la Brigada 800 de la Policía Militar tras el escándalo de las torturas en Abú Graib, acusó al Pentágono de estar intentando hacer de ella "el chivo expiatorio", culpándola de los abusos que otros ordenaron.

La exjefa militar señaló que habría que preguntar al general Ricardo Sánchez, responsable militar de la coalición en Irak hasta el mes próximo, qué es lo que sabe de los abusos a los presos y cuándo supo de ellos. El diario estadounidenses The Washington Post publicó recientemente unos documentos confidenciales, según los cuales Sánchez autorizó los abusos.

RELEVO DE SANCHEZ Precisamente, el Pentágono anunció ayer que el general George Casey reemplazará a Sánchez al frente de la fuerza multinacional, pero no indicó cuándo se producirá el relevo. Casey es actualmente jefe adjunto del Estado Mayor del Ejército de Tierra de EEUU.

Karpinski, que ha sido suspendida de sus funciones, pero no procesada, aseguró también que el general Geoffrey Miller, actual jefe de prisiones en Irak y antiguo responsable del centro de detención de Guantánamo, le comentó que allí trataban a los reclusos como perros. "En Guantánamo hemos aprendido que los prisioneros deben ganarse cada una de las cosas que tienen. Son como perros y si les permites en algún momento creer que son más que un perro pierdes el control sobre ellos", asegura Karpinski que le comentó Miller.

La responsable castrense insistió en que no supo nada de humillaciones y torturas en Abú Graib porque no visitaba la parte de la prisión donde se cometieron, y advirtió de que más detalles indeseables saldrán a la luz durante los futuros juicios a los procesados. De momento, en Estados Unidos, un soldado ha sido condenado y otros seis deberán comparecer ante un tribunal marcial por los abusos cometidos con los detenidos en Abú Graib, cuyas fotografías asquearon al mundo entero.