Desafiando la ola de frío que azota Nueva Hampshire, los aspirantes demócratas a la Casa Blanca protagonizaron ayer un maratón de mítines de un extremo a otro de este estado norteño, donde mañana se celebran las primarias que marcan el inicio de la carrera electoral en EEUU.

John Kerry, senador por Massachusetts, seguía ayer disfrutando de amplia ventaja sobre sus seis rivales en los sondeos, pero no bajó la guardia y se volcó en cortejar a los independientes, que suelen dar la campanada apoyando a un candidato sorpresa. "Si Kerry se cree favorito, está perdido en Nueva Hampshire", dijo ayer James Carville, el legendario director de campaña de Clinton.