El candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, demostró ayer de nuevo que, tras mantener durante meses una campaña débil, ha entendido dónde radican sus posibilidades: en poner en duda las capacidades del presidente, George Bush, en el que es su punto fuerte hasta ahora: la lucha contra el terrorismo.

En un contundente discurso pronunciado en Filadelfia, el aspirante demócrata lanzó un duro alegato contra el actual presidente de EEUU. Le acusó de haber dificultado la guerra contra el terror por obsesionarse con Sadam Husein en lugar de con Osama bin Laden y denunció múltiples errores en la guerra de Irak. Como oferta, presentó un plan antiterrorista de siete puntos y prometió "una guerra contra el terror más dura, más inteligente y más efectiva".

"La invasión de Irak fue una profunda desviación de la batalla contra nuestro mayor enemigo, Al Qaeda", dijo el senador por Massachusetts. Su voz, que le había fallado en los últimos días, volvió ayer. No sólo ya no estaba afónico, también dejaba oír un verdadero discurso político de ataque.

"Los errores de juicio, cálculo y gestión de la guerra de Irak han hecho que la guerra contra el terror sea más difícil de ganar", prosiguió Kerry, que denunció que el país árabe se ha transformado en un "paraíso para terroristas" y criticó que la Administración vive "en un mundo de fantasía" cuando trata de analizar la situación actual sobre el terreno. Su oferta es "acabar el trabajo en Irak y volver a concentrar las energías en la verdadera guerra contra el terror".

ALIANZAS CON OTROS PAISES Kerry propuso un plan de siete puntos para librar la lucha antiterrorista. Uno de los más destacados, sobre todo porque está ausente de las propuestas de Bush, es exigir "responsabilidades" a Arabia Saudí si el país alberga a grupos terroristas. También en contraposición al programa de Bush, Kerry destacó su propuesta de "reforzar y, en algunos casos, reconstruir alianzas con otros países". "Ese paso no será un signo de debilidad sino de fortaleza", añadió.

Otros puntos de su plan abogan por crear el puesto de director nacional de espionaje y darle control absoluto sobre los presupuestos, doblar el número de agentes clandestinos en el extranjero y "volver a hacer de Afganistán una prioridad porque sigue siendo el frente en la guerra contra el terror". Kerry también habló de mejorar la seguridad sobre las armas nucleares y biológicas y dificultar su accesibilidad a los terroristas.