El primer duelo cara a cara entre los dos rivales que se disputan la Casa Blanca en las elecciones más reñidas que se recuerdan en Estados Unidos concluyó positivamente para el candidato demócrata. Los primeros sondeos y los principales comentaristas políticos dieron por ganador a John Kerry tras el primer debate celebrado ayer por la madrugada en Miami.

Con la catastrófica guerra de Irak como ariete, Kerry arremetió contra el aspirante a la reelección, el presidente George Bush, al que acusó de "distraer la atención" de la auténtica guerra antiterrorista, que hubiera debido librarse en Afganistán contra Osama bin Laden. Kerry recuperó la iniciativa que había perdido en los dos últimos meses pero no consiguió dar el golpe de gracia a su rival, pues las encuestas revelaron después del debate que los estadounidenses siguen mayoritariamente decididos a votar por Bush.

TRIUNFO SIN RECOMPENSA Los sondeos realizados por tres de las principales cadenas de televisión tras los 90 minutos de intenso debate en el campus de la Universidad de Miami, en Coral Gables, pusieron de manifiesto el claro triunfo de Kerry. ABC le declaró ganador por 45% frente a 36%; CBS, por 43% a 28%. CNN y el diario USA Today aumentaron la brecha: 53% contra 37%. Sin embargo, estas cifras ilustran la victoria del senador en una batalla, ya que según el sondeo de ABC sigue perdiendo la guerra. Tras el debate, Bush conserva el apoyo de un 51% de los votantes frente al 47% de Kerry.

"Dado que Bush jugaba en su casa, con temas como seguridad nacional y terrorismo, debería haber dominado, y no lo hizo. Eso es un resultado positivo para Kerry", declaró el politólogo Shanto Iyengar, de la Universidad de Stanford. El candidato demócrata era el que más se jugaba en el debate, entre otras cosas porque llegó al duelo de Miami con una desventaja en los sondeos que poco ha variado desde el final de la Convención Republicana. Además, Bush disfruta de la ventaja de ser presidente en ejercicio, algo que favorece la reelección.

La seguridad que exhibió Kerry, sus razonamientos cortos y claros y sus críticas duras formuladas en un tono respetuoso, consiguieron darle la imagen de estadista firme que perseguía. "Bush no ha dominado", reconoció Morton Kondracke en la cadena televisiva Fox. Según Kondracke, el senador demócrata parecía "el comandante en jefe" frente a la imagen de incomodidad, nerviosismo e irritación que proyectó el presidente. El contraste entre ambos rivales pudo verse en la retransmisión que ofrecieron varias cadenas de televisión, con la pantalla dividida para apreciar simultáneamente a los candidatos.

UNAS DURAS ACUSACIONES La sangrienta guerra de Irak centró el debate, dedicado a seguridad y política exterior. Kerry acusó sin piedad a Bush de haber "engañado" a los estadounidenses para que respaldaran la invasión. El contrataque del presidente fue machacón: arremetió hasta nueve veces contra la "inconsistencia" de las afirmaciones del candidato demócrata, por respaldar la guerra en el Senado y criticarla después. "Cometí un error en cómo hablé de la guerra, pero el presidente cometió un error al invadir Irak. ¿Cuál es peor?", le respondió Kerry.

Bush trató de justificar su aventurismo guerrero recalcando que "el enemigo nos atacó", pero su rival demócrata le frenó en seco. "Sadam Husein no nos atacó, Osama bin Laden nos atacó", recalcó Kerry, que se solazó en los continuos estragos de una guerra que ha costado más de mil vidas estadounidenses.

El candidato demócrata también ilustró la carga que ha supuesto para EEUU el aislacionismo de Bush al hacer la guerra en Irak por su cuenta. Además de subrayar la debilidad de la coalición montada por el presidente para atacar al régimen de Sadam, Kerry hizo hincapié en que Estados Unidos "está sufriendo ahora el 90% de las bajas mortales en Irak" y está asumiendo "el 90% de los costos" del conflicto.

PROLIFERACION NUCLEAR Bush insistió en que el derrocamiento del dictador iraquí y su captura "han hecho a EEUU y al mundo más seguros". A pesar de sus diferencias con Kerry, el presidente coincidió en considerar la proliferación nuclear como el mayor peligro al que se enfrentará quien ocupe la Casa Blanca el próximo enero. Pero Bush no coincidió con su rival en cómo cercenar las ambiciones de países como Corea del Norte, que tiene en su poder suficiente plutonio para fabricar media docena de armas nucleares.