Los argentinos se acercan a los comicios parlamentarios del domingo con la misma sensación gélida del que fue ayer el día más frío del año. La campaña termina hoy y ha sido la más vacua desde que se recuperaron las instituciones democráticas, en 1983. Pero nunca se jugaron tantas cosas en un contienda, entre ellas, nada menos que la gobernabilidad del país.

La presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y su marido, el expresidente Néstor Kirchner, apuestan a todo o nada. La oposición dice que si el antikirchnerismo en su conjunto vence con holgura, reclamará que se adelanten las presidenciales, previstas para octubre del 2011. "Kirchner está acabado, tiene el 70% de la población en contra", dijo Margarita Stolbizer, del Acuerdo Cívico, una entente entre el viejo partido radical y fuerzas de centro.