El Gobierno argentino decidió ayer ganar la calle en su enfrentamiento con los productores agropecuarios, que hace 20 días que dura. Al bloqueo de 400 rutas del país respondió con una manifestación en apoyo de Cristina Fernández de Kirchner que colapsó el centro de Buenos Aires. El peronismo hizo sentir la fuerza de su aparato.

Kirchner comparó la huelga de los productores agropecuarios con una protesta patronal similar que, en febrero de 1976, aceleró el camino hacia la dictadura. Para Kirchner, los desestabilizadores de hoy "no tienen tanques" sino "generales multimediáticos" que los apoyan.

Mientras miles de personas ganaban las calles, el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, instaba a los grandes y pequeños productores agropecuarios a levantar los bloqueos y a "sentarse a hablar" con las autoridades.

Los líderes de la huelga resolvieron responder hoy a la movilización del peronismo con una similar en una ruta de la provincia de Entre Ríos. La ciudad cesó de hecho sus actividades al mediodía. Los que no iban a la plaza de Mayo se dirigían a sus casas o los supermercados, donde los productos brillaban por su ausencia o a precios insólitos.