La oposición de Kirguizistán, que tomó el poder el pasado jueves al derrocar al presidente de esta república asiática, Askar Akayev, ofreció ayer los primeros indicios de superar la crisis institucional, al confirmar el nuevo Parlamento unicameral al líder opositor Kurmanbek Bakiyev como primer ministro y presidente en funciones.

Bakiyev actuará como presidente hasta la celebración de elecciones, convocadas para el 26 de junio. Bakiyev fue nombrado el viernes primer ministro y presidente interino por la Cámara baja anterior, pero su designación temporal como jefe del Gobierno originó la duda sobre si podía asumir legalmente las funciones de presidente.

La Cámara baja del Parlamento saliente suspendió ayer sus trabajos e instó a la Cámara alta a que hiciera lo mismo, en un intento por resolver la crisis política surgida tras la huida de Akayev la semana pasada. El anterior Parlamento y el recién elegido se han venido disputando el poder después de que la Junta Electoral Central confirmara el domingo la legitimidad de los resultados de las elecciones.

La candidatura de Bakiyev obtuvo el apoyo de 54 de los 56 diputados presentes en la sesión del Parlamento, integrado por 75 escaños, de los cuales 14 aún no han sido asignados. El presidente del Constitucional, Tuigunnalli Abdraimov, proclamó como "legítimo" al nuevo Legislativo y anunció que los litigios por los 14 escaños disputados serán resueltos en dos semanas.

NEGOCIACIONES El presidente del nuevo Parlamento, Omurbek Tekebayev, informó de que una comisión parlamentaria que negociará con el derrocado Akayev, que "formalmente sigue siendo el presidente de Kirguizistán". "Es preciso negociar con Akayev para ver la posibilidad de que renuncie", dijo Tekebayev.

Un centenar de personas protestó pacíficamente en la capital, Bishkek, por la legitimación del nuevo Parlamento y la disolución del anterior. El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó el envío de ayuda humanitaria a Kirguizistán para apoyar a las nuevas autoridades del país.