Kosovo pasará hoy un crucial test democrático en las primeras elecciones legislativas desde su independencia unilateral de Serbia, en el 2008. Los comicios, adelantados tras romperse la coalición gubernamental, se presentan sin un favorito claro y, según los observadores, deberán probar la madurez democrática del país más joven de Europa y su voluntad de progresar como sociedad multiétnica. Los líderes de la antigua provincia serbia han instado a los ciudadanos a votar pacíficamente para elegir a los 120 diputados del Parlamento, incluidos 20 escaños destinados a las minorías, 10 de ellos para los serbokosovares.

El Partido Democrático (PDK) del primer ministro en funciones, Hashim Thaci, encabeza los sondeos, con un 30% en la intención de voto, solo seguido a dos puntos por la Liga Democrática (LDK), su gran rival y anterior socio en el Gobierno, liderado por Isa Mustafa, alcalde de Pristina. Mustafa, conocido como el hombre de hielo por su poca expresividad, rechazó revalidar una nueva coalición con el PDK, lo que crea cierta incertidumbre por lo fragmentados que se prevén los resultados. En total, se presentan 29 partidos, ocho de ellos de la minoría serbia.

Los asuntos que han dominado la campaña han sido la lucha contra la corrupción y la creación de empleo, en un país con un índice de paro del 47% y un sueldo medio de 250 euros. Los kosovares han mostrado su malestar con el anterior Gobierno, como demuestra que el 91% considera alto su nivel de corrupción, según una encuesta del Gallup Balkan Monitor. Para los analistas, esto podría beneficiar a Autodeterminación, del nacionalista Albin Kurti.