El Gobierno de Rusia ha envuelto de secretismo el reciente incendio en un submarino nuclear , en el que perdieron la vida 14 tripulantes, muchos de ellos oficiales de alto rango. Dos días después del suceso, las autoridades no han dado a conocer ni la identidad de los fallecidos, ni han confirmado el tipo de nave donde se produjo el siniestro, ni por supuesto han desvelado la naturaleza de la misión que realizaba. A falta de información oficial, los medios de comunicación locales han recurrido a fuentes propias y a entrevistas con testigos presenciales.

"Pregunten al Ministerio de Defensa". Esta ha sido la respuesta más frecuente a la batería de preguntas que han realizado este miércoles representantes de varios medios rusos e internacionales al portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Cuando un periodista del portal Meduza cuestionó al vocero presidencial acerca de la naturaleza de la misión que llevaba a cabo la tripulación, este se ha limitado a responder: "Se trata de una información que se incluye en la categoría de secreto de Estado; se respeta el secreto en interés del Estado y de su seguridad".

Tampoco ha sido más específico en el momento en que el reportero de la emisora de radio Kommersant le ha pedido la reválida oficial de que el fuego había ocurrido en un sumergible atómico para "operaciones especiales" AS-12, conocido también por el apodo de Losharika. "No se va a revelar el modelo", ha respondido Peskov de forma contundente. Ni siquiera ha contestado, a requerimientos de un informador de Reuters a la cuestión de si la nave estaba propulsada por un reactor nuclear. "No nos dedicamos a la construcción de barcos", ha zanjado.

Información con cuentagotas

Con el Estado ruso suministrando a cuentagotas la información, los medios liberales y opositores han recurrido a sus fuentes propias para dar un poco de luz sobre el suceso, en un país donde aún estás frescos en la memoria episodios de accidentes a bordo de submarinos con resultado de muertos, incluyendo el hundimiento del 'Kursk' en el 2000, en el que perecieron sus 118 tripulantes. La publicación RBK ha revelado la identidad de algunos de las víctimas mortales, incluyendo al comandante de la misión, Denis Dolonski, capitán de primera clase y galardonado con la distinción de 'Héroe de Rusia', la principal condecoración militar en tiempos de paz, y a los también capitanes de Nikolái Filin y Andréi Voskresenski. Todos ellos estaban asignados a una unidad militar en San Petersburgo.

El ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, se ha limitado a asegurar que hubo supervivientes a bordo de la nave y que los marineros que perecieron "apagaron el fuego a costa de sus vidas", logrando salvar al resto y al buque.

SeverPost una agencia de información de Murmansk, ciudad situada no lejos de Severomorsk, donde tenía su base el sumergible accidentado, ha logrado dar con un pescador local, testigo presencial de los hechos. "Salimos a pescar en la zona de Kildin una isla situada a la entrada de la bahía de Kola y alrededor de las 21.30 horas, emergió un submarino; emergió totalmente, nunca había visto nada igual; en cubierta, la gente corría, se agobiaba", ha relatado.