El Kurdistán iraquí —y otros territorios que no forman parte de esta región pero que están controlados por los peshmerga, las tropas kurdas— celebra este lunes su esperado y mil veces anunciado referéndum de independencia. Cuando faltaba una hora para el cierre de los colegios electorales, la participación era del 76%. En teoría, según los deseos del presidente de esta región autónoma de Irak, Masoud Barzaní, esta votación debe servir para empezar, de forma definitiva, la creación de un Estado kurdo, con capital en Erbil.

Pero todo es en teoría: todos los países vecinos —Turquía, Siria, Irán y, por supuesto, Irak, todos con población autóctona kurda— se han mostrado absolutamente en contra de la celebración del referéndum. Y este lunes, mientras los kurdos iraquís votaban, han subido el tono y han empezado a moverse.

Sólo los kurdos quieren un Kurdistán independiente y lo han demostrado este lunes: aunque el resultado oficial no se hará público hasta la tarde de este martes, la victoria abrumadora del ‘sí’ está cantada. De hecho, que los partidos kurdos que hasta este domingo apostaban por el ‘no’ —partidos que están a favor de la independencia del Kurdistán iraquí pero están en contra de Barzaní, al que acusan de querer perpetuarse en el poder— han anunciado durante la jornada electoral que han votado ‘sí’. Es el caso, entre otros, del principal partido de la oposición kurda en Irak, el Movimiento Gorran, ‘Cambio’ en kurdo.

Las colas, las banderas y las celebraciones durante la votación han resonado en todo el territorio kurdo, pero no todo ha sido tan idílico. El referéndum también ha tenido lugar en zonas fuera de la jurisdicción kurda pero controladas por los peshmerga, como la ciudad de Kirkuk, muy rica en petróleo. Aquí, kurdos conviven con árabes y turcomanos —de lengua y orígen turcos—, y las tensiones durante las últimas semanas se han disparado con algunos muertos. Este lunes, según periodistas en la ciudad, los barrios árabes y turkmenos se han vacíado y las tiendas cerrado. Sienten que, sin que nadie les haya tenido en cuenta, les arrastran a cambiar de país.

Intervención militar

Precisamente por Kirkuk y las demás zonas en disputa, los países vecinos han reaccionado. El Parlamento de Irak ha pedido formalmente la intervención militar en estas regiones y Turquía ha amenazado que también participará con su Ejército si considera que los turkmenos iraquíes corren peligro.

«Podemos llegar de repente, una noche. Ya lo hicimos en Siria con la Operación Escudo Protector del Eufrates y lo podemos hacer otra vez, ahora en Irak», ha dicho este lunes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hasta ahora aliado del líder del Kurdistán iraquí, Masoud Barzaní.

Pero las cosas han cambiado: tanto Irán como Turquía han anunciado este lunes el cierre parcial de la frontera con el Kurdistán iraquí; Ankara, además, ha cerrado la señal del canal de televisión la agencia de noticias oficial del gobierno regional del Kurdistán iraquí (KRG), ‘Rudaw’.

El KRG, cada vez más aislado, confía en que todo esto sea «una guerra psicológica» y que, cuando sean independientes, cuando gane el ‘sí’ en el referéndum, «se avendrán a hablar con nosotros». Pero este lunes los vecinos del Kurdistán iraquí han pasado de las amenazas a la acción; y la confianza parece no ser suficiente.